Hace pocos días se produjo el
cambio de hora para entrar en el horario de invierno y aunque supone que los
humanos podemos racionalizar ese cambio, hay personas que necesitan una cierta
adaptación al mismo.
En el caso de los perros es más
importante porque ellos no saben de horarios, saben de rutinas y disponen de lo
que yo llamaría reloj interno, donde las horas son en realidad momentos:
◊ Momento de salir de paseo
◊ Momento de comer
◊ Momento de mimos
◊ Momento de juegos
Todas estas rutinas y momentos se ven modificados en su
esquema porque nosotros tendemos a seguir con nuestro reloj en la mano, o sea
que si sacamos de paseo a Pipo a las ocho de la mañana, seguimos haciéndolo sin
tener en cuenta que ahora, aunque en nuestro reloj son las ocho, para Pipo siguen
siendo las nueve: ha habido un cambio horario que le ha afectado aunque él no
lo comprenda, y en estos casos se pueden producir incidentes domésticos,
molestos para todos, sobre todo para el pobre Pipo que no entiende nada de
nada.
Por eso es importante que
empecemos, unos días antes o unos días después pero de manera paulatina, a
cambiar las rutinas de esos momentos.
Un buen truco para no despistarnos es mantener un reloj con el horario antiguo
e ir adaptando las actividades que desarrollamos con nuestros perros poco a
poco en función de ese reloj.
No es nada difícil, si siempre
sacábamos a Pipo por la mañana a las ocho, pues habrá que madrugar según el
nuevo horario y el primer día lo sacaremos a las 7:15 según el nuevo horario,
así estamos demorando quince minutos la salida; el perro no se pondrá muy
nervioso, son plazos de tiempo que puede gestionar, mantenemos esta demora un
par de días y luego empezamos a sacarlo a las 7:30, ya hemos llegado a la mitad
del camino. Siguiendo esta pauta en una semana Pipo estará en el horario actual
de invierno, sin traumas y sin accidentes domésticos que no se producen porque
que él quiera, sino porque su cuerpo le indica que es la hora de… y no pasa nada, y se agobia, se estresa y
no lo entiende, por eso es importante que nosotros hagamos un pequeño esfuerzo
los primeros días para que esta transición al horario de invierno de los perros
que conviven con nosotros sea lo más fácil posible.
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Veterinarios de Amigos del Perro