Martín tiene 17 años, un pitbull viejo y esa crisis existencial que marca el fin de la adolescencia y el principio de la edad adulta. Mastín y la chica del galgo , es la historia de cómo Martín, se convierte en Mastín y como en un solo verano descubre el amor en una doble vertiente, a su vecina Mal y a los animales con los que ella colabora y él acaba comprometiéndose. No es la primera vez que os hablamos de Mastín y la Chica del Galgo desde este blog, probablemente tampoco será la última, pero todas las veces que lo hagamos merecerá la pena porque en éste libro además de una novela juvenil es una gran lectura de concienciación. Escrita por la periodista y escritora Melisa Tuya, referente de la protección animal y la lucha contra el abandono en nuestro país. En la novela se narra el día a día de una protectora sus sinsabores y pequeñas alegrías, los disgustos, las pérdidas, la falta de recursos y la sobrepoblación de los albergues. Martín y Mal encarnan a la perfección a
Seguro que más de una vez te has preguntado qué se le estaba pasando a tu perro por la cabeza. Especialmente cuando ladean su cabeza mientras les hablamos, quién no ha pensado, alguna vez eso de: "solo les falta hablar". Y tras muchos debates de todo tipo al respecto, son varias las investigaciones que han concluido lo que los dueños de los perros ya sabíamos: nuestros queridos compañeros caninos saben perfectamente qué es lo que les decimos y más importante, cómo se lo decimos. Una de las cosas que más ha sorprendido a los investigadores es la confirmación de que pese a que no tienen la capacidad de hablar sí parecen tener la de interpretar palabras ya que su cerebro ha evolucionado de forma similar a los humanos, ya que utilizan el hemisferio izquierdo para procesar las palabras y el derecho para analizar el tono con el que se pronuncian, con lo que unificando ambas fuentes de información son capaces de entender lo que les decimos. Por si a alguien le cabe la menor duda, e