Bien, entremos en terrenos pantanosos y hablemos de aquellas razas de trabajo desarrolladas para la protección y la guarda no sin antes recordar, que estamos hablando de seres vivos, por lo que si tu único y primordial interés es proteger una nave, un local o cualquier espacio físico que pueda ser invadido: INSTÁLATE UNA ALARMA y olvídanos.
Un perro siempre tiene que ser considerado como algo más que una herramienta de trabajo. Tiene que ser un compañero y un miembro de nuestra familia. Un miembro que cumplirá un rol dentro de la misma, razón de más para que lo hagamos sentir parte de nuestra manada. Y ¿por qué insistimos tanto en este aspecto? Bueno porque la principal característica de los perros de guarda es una fuerte complexión, que debe ser intimidante para que cumpla bien su cometido. ¿Qué implica esto? Que nuestro perro debe ser un animal poderoso, pero para que desarrolle bien su trabajo, debe ser un animal perfectamente socializado y adiestrado. Hay que tener en cuenta, que algunas de estas razas pueden tener un componente de agresividad superior al de otros congéneres, por lo que un animal mal socializado, puede convertirse para nosotros en un gran problema. Por eso es tan importante que el perro que desempeñe funciones de guarda esté perfectamente educado en obediencia y pueda distinguir una situación peligrosa de una que no lo es y un intruso de simplemente un desconocido.
¿Cómo debe comportarse un perro de guarda? Un perro de guarda debe aullar y ladrar antes de atacar. El aullido le sirve para alertar a la manada de la presencia de intrusos, el ladrido para alertar a quienes se están adentrando en su territorio, que no son bien recibidos.
¿Qué características se priman en un perro de guarda? Como hemos señalado, la fortaleza, pero también el equilibrio, la inteligencia y la predisposición a la obediencia.
Razas: el pastor alemán, los pastores belga, el bull mastif, el bóxer, el gran danés, el akita, el pitbull, el doberman o el rottweiler, además de todos los perros pastores, que suelen ser unos buenos perros de guarda.
Texto: Red Canina. Infografía: Elaboración propia |
Algo que siempre debemos recordar: asegúrate de conocer las necesidades del perro que vas a incorporar en tu vida. Reflexiona seriamente si serás capaz de proveerle del tiempo, actividad, entrenamiento, educación y liderazgo, que tu perro va a necesitar. Sé sincero contigo mismo, ¿vas a facilitárselo? Si la respuesta es sí, adelante con tu compromiso, si es un sí, pero no, no te la juegues, no conviertas una mala decisión en un problema, no juegues con la vida de tu perro. Él va a depender de ti para todo, todo lo que le enseñes o lo que le dejes de enseñar, será lo que asumirá como esquema vital. No culpemos luego al perro de una responsabilidad que es solo nuestra, recuerda, antes que una alarma, una herramienta, o un arma, es un ser vivo que quiere ser parte de tu manada. No le falles.
YWC
Con información de: Red Canina; Cesars Way y 65 años y más.
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