Me encontré por casualidad con la campaña del Ayuntamiento de Gijón, con el que ilustro esta entrada. Me llamó la atención y me pareció que bien merecía acompañarse de un breve recordatorio de por qué no es buena idea convertir un animal salvaje en una mascota:
- No se domestican. Un animal salvaje, va a seguir siendo salvaje por más que lo hayas cuidado desde pequeño. La domesticación implica el paso de milenios, por lo que desengáñate, no puedes conseguir en una vida lo que se tarda cientos de generaciones.
- Provocas sufrimiento. Un animal que no puede dar rienda suelta a su institinto, al que retenemos entre cuatro paredes, sin un grupo social en el que reproducirse y reproducir sus comportamientos, no está siendo feliz. Si realmente te gusta esa especie, no la tortures.
- Contribuyes al contrabando ilegal de animales. Date un repaso por los documentales, reportajes o artículos en los que se da visibilidad a lo que ocurre con estos animales que son arrancados de su hábitat natural para decorar nuestras vidas de urbanitas. Pone los pelos como escarpias ver las salvajadas que somos capaces de hacer para introducir estas especies en otro país. Sobra decir que el porcentaje de animales que mueren para que uno sobreviva debe ser abrumador, digo debe, porque dudo que se conozca el dato exacto. Frank de la Jungla lleva años denunciando el tráfico ilegal de especies en el sudeste asiático. Si su persona o su personaje, te resulta demasiado controvertida, date una vuelta por el programa Escuela de orangutanes que se puede visualizar en distintas plataformas digitales o busca el documental de la Guardería de Elefantes de Nairobi. Si no te parte el alma ver a esos pobres bichos huérfanos, ni eres persona ni eres ná...
- Su abandono los convierte en un doble riesgo, para su vida y para nuestra biodiversidad. Abandonar un animal no autóctono es una crueldad que suele desembocar en una muerte casi segura. Si por un casual de la vida, sobrevive, puede convertirse en un riesgo real para otras especies de nuestro entorno.
- Pueden resultar agresivos y/o un problema de salud. Prever reacciones de un animal salvaje en un entorno extraño es prácticamente imposible. Si un perro asustado y reactivo puede suponer un problema, imagina por un momento lo que implica un chimpancé aterrorizado que tiene el doble de la fuerza de un hombre adulto... En ocasiones también pueden ser portadores de bacterias o gérmenes que pueden perjudicar tu salud, es el caso de la mayor parte de los reptiles, incluso las famosas y conocidas tortugas galápagos, que se comercializaban tanto como mascotas: son portadoras asintomáticas de la salmonella, por lo que es muy frecuente contagiarse de la enfermedad si no se extreman las medidas higiénicas al manejarlos.
- Es ilegal. Sí, además de todo, es importante recordar que además de inmoral, también es ilegal, por lo que recuerda, la tenencia de estos animales acarrea importantes penas que pueden alcanzar los 4 años de cárcel.
Resumiendo, no seas salvaje, no compres animales silvestres.
Buena semana,
YWC
Comentarios
Publicar un comentario