¡Ven a Fraggle Rock a conocer a Sprocket! Nuestro
Niño J
Seguimos con la serie “parecidos
razonables perrunos” y si la semana pasada le recordábamos a los actuales
seguidores de Juego de Trono la existencia de nuestros Huargos particulares,
Furia y Colmillo, esta queremos apelar a la nostalgia de la generación EGB
presentándoos a nuestro Sprocket, el maravilloso Niño.
Supongo que a los Millennials tanto EGB como Fraggle Rock
os suene tanto a arameo como a la generación de mis padres el nombre de ElRubius
o Yellow Mellow… No importa queridos, lo esencial vais a captarlo en un momento,
seguid leyendo J.
Fraggle Rock, fue una serie
infantil protagonizada por muñecos de felpa que nos deleitó a los treintañeros
y cuarentones que fuimos niños en los ochenta. Su musiquilla pegadiza y sus
vidas despreocupadas, hacen que formen parte de la nostalgia de lo que en
España se ha venido a llamar la Generación EGB.
Los Fraggle junto con el Espinete
de Barrio Sésamo, forman parte de nuestro imaginario colectivo y nuestras meriendas
infantiles.
La serie se basaba en la vida y aventuras de un grupo de Fraggles, Gobo, Musi, Rosi, Dudo
y Bombo (Ay Bombo, me
encantaba este muñeco…) que transcurría en Fraggle Rock (el centro del
Universo), aunque frecuentemente se acercaban a nuestro mundo a través de un
pequeño agujero en el taller de un inventor llamado Doc.
Por supuesto, Doc, el humano, no
era capaz de ver, ni tan siquiera intuir a los Fraggle, no así su perro Sprocket
quien intentaba continuamente enseñárselos a su dueño… Y así un capítulo tras
otro… Era una serie infantil, ¿Qué queríais?
Bueno a lo que yo iba, es que si
sentís nostalgia por los Fraggle y por aquellos tiempos, podéis hacerle un
bonito homenaje a la serie y a los ochenta adoptando a nuestro particular Sprocket:
Niño.
No sabemos si Niño será capaz de
encontrar criaturas provenientes del centro del universo, pero sí que podría
ser un perro maravilloso para la familia que se decida a adoptarle. ¿Sabéis?
Niño, antes de en el Albergue vivía en la calle, pues su anterior dueño era una
persona sin hogar, no ha sabido nunca lo que es dormitar tranquilo bajo un
techo… Es un animal precioso, activo, alegre y con una gran personalidad. ¿Nos
ayudas a que por fin tenga una casa?
Por cierto si al leer Ven a Fraggle Rock, os ha venido a la
cabeza la cancioncilla, o si no tienes ni pajolera idea de lo que hablamos y
tienes curiosidad, sabed que la podéis ver aquí: