Viajar puede ser una experiencia maravillosa, y ¿con gato? También, pero si ambos os preparáis bien para ello. Los felinos son criaturas de costumbres fijas por lo que sacarlos de su zona de confort suele ser cuanto menos peliagudo. La mayor parte de los profesionales recomiendan intentar evitarle al gato desplazamientos innecesarios ya que es para ellos una fuente de estrés importante que puede repercutir negativamente en su salud. No obstante, si, como en nuestro caso, no hay nadie en tu entorno que se pueda hacer cargo del animal durante tu ausencia, te dejamos estos consejillos para que tu gato y tú sobreviváis al viaje:
1. Elige el Transportín Perfecto
Tamaño: El transportín debe ser lo suficientemente grande para que tu gato se dé la vuelta y se tumbe cómodamente. No seas rácano con el espacio, especialmente pensando en las horas que pasará en el mismo o en posibles incidencias sobrevenidas que pueden alargar su estancia dentro del mismo.
Material resistente: Opta por un transportín duro que sea seguro y fácil de limpiar. Los de tela, las bolsas y las mochilas suelen resistir peor el envite de un gatito ocioso que no quiere continuar encerrado.
Familiarización previa: Lo ideal sería que el gato conozca el transportín y esté familiarizado con el mismo. Por ese motivo recomiendan que días antes del viaje, dejemos el transportín abierto en casa con la manta o el juguete favorito dentro para que el gato lo asocie con algo positivo. La realidad en la mayor parte de los casos es que el gato conocerá el transportín de ir al veterinario, por lo que difícilmente lo va a relacionar con una buena experiencia...
¿Arnés?: No está de más que el gato viaje con un arnés, en caso de gatitos intrépidos que son capaces de abrir el transportín en pleno desplazamiento (sabemos de lo que hablamos...). También son útiles si por la extensión del desplazamiento hace necesario hacer paradas a comer y beber, para reducir el riesgo de escapismos cuando abrimos el transportín para las paradas técnicas de avituallamiento.
2. Visita al Veterinario
Chequeo: Asegúrate de que tu gato esté al día con sus vacunas y desparasitaciones.
Certificado de salud: Algunos destinos o medios de transporte (avión, tren) pueden requerir un certificado veterinario reciente.
Medicación: Si tu gato sufre de ansiedad o mareos, consulta con el veterinario sobre posibles calmantes o soluciones. También se comercializan en distintos formatos como spray soluciones de hormonas que ayudan a los felinos a tranquilizarse.
3. Prepara un Kit de Viaje
Comida y agua: Lleva su comida habitual en porciones pequeñas y un recipiente portátil para agua.
Arenero portátil: Dicen que un arenero plegable o desechable es ideal para viajes largos, ahora, es innegable que su arenero de casa le va a hacer sentir más a gusto durante las vacaciones.
Manta o juguete: Algo con su olor le dará seguridad.
Documentos: Lleva su cartilla veterinaria y, si aplica, el pasaporte para mascotas.
4. Durante el Viaje
Seguridad en el coche: Coloca el transportín en una zona estable, como el suelo detrás del asiento del conductor, y asegúralo con el cinturón de seguridad.
Pausas frecuentes: Si viajas por carretera, haz paradas cada 2-3 horas para ofrecer agua y revisar a tu gato. Nunca, pero nunca, nunca, y bajo ningún pretexto lo dejes solo en el coche.
Avión o tren: Verifica las políticas de la compañía con antelación. La mayoría permite gatos en cabina si el transportín cumple con las medidas establecidas.
5. En Destino
Espacio seguro: Al llegar, crea un rincón tranquilo con sus cosas (arenero, comida, manta) para que se adapte.
Exploración gradual: Deja que explore el nuevo lugar a su ritmo, evitando abrir puertas o ventanas hasta que esté cómodo.
Rutina: Mantén los horarios de comida y juego lo más similares posible a los de casa.
Recomiendan practicar viajes cortos antes del gran día para que el gato se acostumbre al transportín y al movimiento. No sé cuánto tendría que desplazarse un gato para sentirse cómodo en esa tesitura. Probablemente aquellos que lo han hecho desde cachorros no tengan inconveniente, los que como los míos, solo se han enfrentado al transportín para ir al veterinario, tienen fastidiado relacionarlo con algo positivo, aún incluso habiendo utilizado transportines distintos. Para ellos solo es una fuente de estrés, eso sí, hemos intentado que dentro de lo posible fuera cómodo, amplio, fresco y que tuviese agua. ¡Así que ánimo que con paciencia, tu felino puede ser el mejor compañero de aventuras!
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| Fuente: Pixabay |
YWC

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