Esto que vamos a recoger a continuación es probablemente una de las conversaciones más frecuentes de los dueños de perros, sobre todo cuando estamos ante un dueño primerizo, o si el perro en cuestión es cachorro, o si es adulto pero nunca ha paseado con arnés: ¿Cómo hago para que no tire de la correa? Es la pregunta del millón, todos sabemos que los paseos además de una obligación, deberían ser un momento de disfrute que ayude a reforzar el vínculo humano-canino, pero cuando tu perro tira constantemente de la correa, intentando descoyuntarte puede convertirse en una experiencia frustrante. Aquí recogemos unos consejos prácticos para intentar conseguir paseos tranquilos y agradables.
Lo primero es lo primero ¿Por qué, mi perro tira de la correa?
Lo ideal sería poder identificar el motivo por el que nuestro perro tira como un caballo de una calesa. Los motivos principales suelen ser emoción y/o ansiedad. Esto puede darse también ante situaciones de miedo o de emoción, si ven a alguien a quien reconocen. También puede ser que el perro sencillamente intentar explorar a su ritmo lo que implica que la mayor parte de las veces nos encontramos con un chucho al que le falta ese aprendizaje y solamente necesita entrenamiento y rutina.
¿Qué podemos hacer para mejorar el paseo?
Hay varias cosas que podemos intentar hacer para que el paseo diario no se convierta en una tortura. Lo primero puede ser asegurarnos de que estamos utilizando el equipo adecuado, no es lo mismo llevar un arnés que un collar, ni una correa corta que una extensible. Hay algunas correas, como los arnés antitirones que pueden ayudarte a manejar a tu perro. En cuanto a la correa, lo más adecuado es que no exceda de los 2 metros para que puedas mantener al perro seguro y bajo tu control.
Los premios siempre son una buena opción cuando hablamos de perros. Para intentar que estén pendientes de ti todo el rato, una opción puede ser reforzar su comportamiento adecuado con chuches y caricias cuando camine a tu lado.
No camines cuando tire. Si tira de la correa párate. Cuando deje de tirar y se acerque a ti puedes continuar. Una estrategia parecida consiste en cambiar de dirección cuando tira. El principal problema de los perros cuando tiran es que son ellos los que marcan el camino, cambiar de repente de dirección, le hará girarse y tendrá que aprender a estar pendiente de ti para saber a dónde os dirigís. Precisamente por ese motivo, es recomendable tener distintos itinerarios e incluso improvisar nuevos, cuando tenemos un perro tironero, si conoce el camino, tendrá más tendencia a pasar de ti e intentar marcar el ritmo.
Evita castigarlo y tirar de mala leche de la correa para hacerle daño, él no lo entenderá y a ti solo te subirá la bilirrubina y aumentará la frustración. Ármate de paciencia y recuerda que con los perros todo es cuestión de tiempo y costumbre. Ánimo, seguro que más pronto que tarde, podréis disfrutar juntos de los paseos.
YWC
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| Imagen de Mariya Muschard en Pixabay |

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