Cuando yo era pequeña, allá por
el pleistoceno, los barceloneses tenían a Copito de Nieve y los madrileños al
oso panda Chu-Lin. Nosotros en Asturias por no tener, no teníamos ni zoo y a mi
yo de entonces aquello, le debía de parecer poco menos que una tragedia griega.
Es más, de aquel “trauma” (léase por favor con ironía), aún recuerdo la chapa de Chu- Lin, que una amiga me trajo como recuerdo de Madrid a finales de los años ochenta. Sé que el fondo era naranja, y que el oso aparecía dibujado en blanco y negro comiendo bambú. Lo recuerdo porque milagrosamente ese objeto sobrevivió durante años a las limpiezas sistemáticas de mi madre. Ahora hace ya tiempo que le perdí de vista, así que deduzco que lógicamente mi progenitora la habrá enviado a reciclar. Inciso: He tecleado en Google: Chu-Lin – panda- chapas y he encontrado en Todo Colección a alguien que la vende…
Chapas ochenteras, entre ellas la del zoo de Madrid con Chu-lin |
Vivimos
tiempos locos pero maravillosos…Retomo la historia del panda que me disperso:
Chu-Lin era famoso por haber sido
el primer panda nacido en cautividad mediante inseminación artificial. Aquella
circunstancia lo convirtió en un animal de récord, y su existencia se valoraba en
lo que hoy equivaldrían a 1,2 millones de euros. Ahí es nada. Durante años su
presencia atrajo a miles de visitantes al Zoo de Madrid y su importancia fue
tal, que durante una de sus convalecencias, el mismísimo Tierno Galván, alcalde por entonces
de la ciudad de Madrid, se encargó de solicitar permiso al Ministerio de
Sanidad para poder trasladarlo a la Clínica Ruber.
Las cosas como son, su estancia en la Rúber no debería sorprendernos, porque el panda del
millón de euros, había nacido de la opulencia. Ya sus padres, Shao Shao
y Chang Chang, habían sido en 1978 un regalo del Gobierno Chino a los Reyes de
España.
Ya veis, cosas que pasan, a vosotros os traen de recuerdo un imán para
la nevera y a la realeza, ejemplares de especies en extinción. Siempre hubo clases. En fin, la
cuestión es que para uso y disfrute del populacho, sus majestades los reyes,
cedieron los animales al zoo de Madrid, donde fueron la atracción principal
hasta el nacimiento de Chu-Lin en 1982.
Shao Shao y Chu-Lin en 1982. Fuente Rtve |
Chu-Lin, fue la estrella indiscutible del Zoológico de Madrid durante más de una década.
Pese a todos los cuidados que recibió a lo largo de su vida, su salud nunca fue de hierro. Padecía diabetes desde los
tres años de edad, pero falleció de una prostatitis en 1996.
Había vivido 13
años, los suficientes para que calara en el imaginario colectivo de toda una
generación de españoles entre los que me encuentro.
Sobre Chu-Lin hicieron un estupendo recopilatorio de anécdotas en Verne, úsease aquí
También el zoo acuario de Madrid,
como no podía ser de otra manera, tiene un completo repaso resumen aquí
Volvemos la semana que viene y
seguimos hablando de osos en cautividad.
¡Os esperamos!