Con su aspecto adorable de ewok, Linda es una venerable anciana que solo necesita un colchón en el que reposar sus pequeños y cansados huesos, una mano amiga que la acaricie y le de la jubilación de oro que tanto necesita. Linda ha tenido siempre muy mala suerte, pero no ha perdido la esperanza de verla cambiar. Llegó al albergue en tan mal estado que su pequeña cola tuvo que ser amputada, no obstante a sus trece años su capacidad de querer no ha disminuido y te agradecerá cada día de su vida que le hayas enseñado lo que realmente significa la palabra hogar.
Linda, tú ¿qué le pides al 2020? Un hogar en el que envejecer.
#UnaCasaParaLinda