Cuando hablas con tu perro, no sólo es importante lo que dices y el tono que empleas. También tu lenguaje corporal, los gestos de las manos, si estás tenso o no; los perros son más visuales de lo que creemos, y mantener la mirada en contacto es fundamental.
La próxima vez, fíjate en la atención con que te observa tu perro, no sólo te escucha, te está mirando también ¡y no se pierde detalle!