El pasado 10 de enero, fallecía a
los 69 años David Robert Jones, o lo que es lo mismo el gran David Bowie.
Aunque hay múltiples imágenes promocionales de Bowie con animales, no se
encontraban los derechos de estos entre sus principales causas. Alguno podrá
pensar entonces, ¿qué carajo pinta entonces este hombre en este blog? Bueno, en
primer lugar se encuentra en esta entrada porque nosotros formamos parte de esa
legión de seguidores que se ha quedado huérfana tras su marcha. Así, de simple,
en plan “porque yo lo valgo”. Por otra parte, creo que Bowie se merece esta
entrada, tanto en éste como en cualquier otro blog dedicado al mundo animal,
por su característica heterocromía.
La heterocromía es el vocablo que
se utiliza en oftalmología para definir la anomalía que hace que los ojos de un
mismo individuo sean de diferente color. Esta característica que puede ser
total o parcial es poco frecuente aunque se da en animales y puede ser visible
desde el nacimiento (heterocromía congénita) o aparecer con posterioridad
(heterocromía adquirida).
La heterocromía total (tener un
ojo de cada color) es relativamente común en gatos y en perros suele afectar a
aquellas razas de ojos claros como el Husky o el Dalmacia. La parcial, afecta a
otro tipo de razas como el Border Collie o el pastor australiano.
Aunque con frecuencia en el caso
de los animales suele tratarse de una heterocromía congénita (desde el
nacimiento), la coloración del iris puede igualmente alterarse o cambiar por
otras causas como enfermedad o contusión, por lo que es preferible consultar
cualquier modificación con un veterinario.
En lo que a la heterocromía de David
Bowie se refiere, su particular mirada se debía a un traumatismo tras un
altercado de juventud que hizo que la pupila de uno de sus ojos quedase perpetuamente
dilatada, dando la impresión de tener el iris de otro color. Sea como fuere, esta
característica formaba parte de la ambigüedad de su personaje y era una muestra
más de su singularidad. Esta peculiaridad, ha conseguido asimismo que a lo
largo y ancho del planeta, todas las protectoras del mundo hayan llenado de
“Bowies” sus páginas web, al bautizar de este modo cada animal que se
tropezaban con heterocromía.
Solo por eso, insisto, merece
estar en esta página.
En Amigos del Perro, tuvimos
nuestro particular Bowie, que forma parte de nuestros finales felices:
Bowie, por tanto no se ha ido del
todo, es un consuelo para nosotros saber que nos quedan sus composiciones y sus
múltiples tocayos…
Hasta siempre, maestro. Ahora sí
que hay un Starman, waiting in the sky…