Nuestro equipo estrella sigue con sus charlas y conferencias en los colegios e institutos asturianos, tratando de concienciar a los más jóvenes en la necesidad de erradicar el maltrato animal y el abandono. Y de vez en cuando, reciben una sorpresa, como la que les dieron los alumnos del Colegio La Inmaculada de Oviedo, que les esperaban con un montón de comida para los peludos del albergue. A estos niños tan solidarios, a sus padres y profesores, ¡muchas gracias!
La verdad es que esta entrada bien podría haberla titulado cómo hemos cambiado , pero mejor, yo os cuento quiénes eran Petra y Perico, y ya vosotros si eso sacáis vuestras propias conclusiones. Básicamente para todos los que no somos de Oviedo, y probablemente para gran parte de los ovetenses nacidos a partir de 1976, Petra y Perico, son tan solo dos nombres anacrónicos. Connotaciones diferentes tienen para los que rozan la cincuentena, que son quienes conocen a los osos a los que me estoy refiriendo. Para el resto, profanos todos, os cuento: Allá por la mitad del siglo pasado, para ser más precisos en su ecuador, en el año 1950 un cazador en Somiedo mató a una osa. Parece ser que la osa cayó en un lazo y según las crónicas de la época el bestia del cazador, remató al animal palos, que ya hay que ser bárbaro… La matase como lo hiciera, aquella osa tenía dos esbardos , una hembra, que pasó a denominarse Petra y un macho, que durante su corta vida se llamaría Perico. Ambos osezn