Eso, que dicen que la cama la inventó una vieja, aunque no sé si "vieja" es hoy por hoy un término políticamente correcto; cama, de momento, sí. En cualquier caso, es un invento magnífico, un hito en la historia de la humanidad y la caninidad, como el sofá.
¿Y por qué os cuento esto, así de buena mañana? Pues porque hace muchísimo frío, y el mundo está todo húmedo, y da gusto llegar de correr por la hierba, que le sequen bien a uno y luego tumbarse en la cama, bien tapadito con la manta de peluche, y disfrutar de la vida.
Y porque muchos de mis congéneres no tienen esa posibilidad, ni la de estar sequitos, ni calientes, ni en una cama. No, no hace falta que sea una cama "humana", sirve una de esas tipo cuna para perros, pero si lo pensáis bien, ¿por qué nos iba a gustar más una cama a ras de suelo, pequeña y con un colchoncito finísimo, que una grande, alta y supercómoda?
Pues eso, que aunque haya gente que sigue pensando que los perros somos diferentes, quiero que sepáis que en materia de comodidad, lo que es bueno para el pato, es bueno para la pata. O sea, que si tú estás más cómodo en el sofá que en un cojín en el suelo, yo también. Y si prefieres tu cama a una colchoneta con el tamaño justo para dormir enroscado, yo también. ¡Piénsatelo!
Otra cosa es que nos tengamos que conformar con lo que haya, o con lo que nos han acostumbrado. Y que muchos perros deben dormirse soñando con una simple manta limpita en el suelo seco de una habitación caliente... Por eso, si tienes mantas, edredones o toallas que ya no usas, que están limpias pero viejas, raídas o descoloridas, acércalas al refugio de animales más cercano. Si no pueden disfrutar de un hogar, al menos estarán un poco más cómodos y calientes.