Sé que el verano ya está aquí,
porque fiel a su cita ha llegado El Barquillero… Como cada año, en cuanto el
temporal arrecia y el sol asoma tímidamente entre las nubes y la contaminación
atmosférica, Guillermo Manuel Pelayo Barquín (Pelayín), la cuarta generación de Barquilleros, retoma su puesto en el Parque de Las Meanas.
Es un bonito preludio del verano
sentir el olor a miel que lo impregna todo, y volver a tener su figura de
referencia, sus barquillos recién hechos y la barquillera roja con su ruleta hoy
más de adorno que de otra cosa. Esta tarde al verlo, pensé: inevitablemente ha
vuelto el verano. Le pedí dos barquillos, tomar esta foto y subirla a este
blog. Mientras me vende su exquisita mercancía, charramos un poco. Le apena que
su oficio esté desapareciendo, que la tradición que lleva un siglo pasando de
padres a hijos, pueda perderse. Podría haber relevo, me confiesa, pero la
decisión de los hijos ha de ser libre. Saben elaborarlo, pero quien sabe lo que
el futuro les deparará. Le sonrío, mientras pienso que a mí también me
apenaría, la verdad, que un día pasado el tiempo, descubriese que ya no está.
Pero ni él ni yo podemos evitarlo.
Hay tradiciones que por desgracia
se pierden, y otras que lamentablemente perduran.
El verano está a punto de llegar,
y nosotros, como todas las protectoras de España, estamos temblando al pensar
en cuantos cachorros habrán crecido demasiado en los últimos meses desde
Navidad… Cuantos perros y gatos habrán empezado a estorbar al hacer las maletas.
Cuantos tendrán durante los días de asueto, el espaldarazo definitivo sobre la
duda que planeaba sobre su lomo… Como cada año, las cunetas se llenarán de
cientos de animales que de repente sobran en sus casas. Y esto, sí que
deberíamos poder cambiarlo: 150.000
animales se abandonan anualmente en España. Se calcula una media de 400
al día, lo que supone prácticamente un “desahucio” cada 5 minutos… Seguimos
siendo líderes europeos en maltrato y abandono animal… Otro bonito record para
los marcadores de este país… Por favor: Ayúdanos a darle la vuelta a esta
situación.
¿Quieres continuar las
tradiciones veraniegas? Sestea, disfruta de la playa, vete a comer paella los
domingos a casa de tu suegra, siéntate en una terraza a disfrutar de una
cervecita, pero llévate al perro. ¿Quieres formar parte de una tradición de
hace más de cien años? Date una vuelta por mi barrio, siéntate en el parque de
las Meanas, pregúntale al barquillero por la historia de su oficio. Cómprale
una galleta, y vuelve de repente, a tener 5 años. Déjate transportar por el
sabor del recuerdo y mientras acaricias a tu perro, forma parte del cambio…
Ojalá el verano, solo traiga
barquillos de miel…
Los mejores Barquillos del Mundo,
podéis disfrutarlos en el Parque de las Meanas (Avilés), durante todo el
verano. Gracias a Barquillos Pelayo, por cedernos su imagen como símbolo del
verano J