No vamos a prepararnos para un campeonato nacional de adiestramiento, ya lo sé. Pero aún así, hay algunas cosas que podemos aprender de los profesionales. Por ejemplo, la forma de construir las órdenes verbales.
Esto tan raro que le he oído decir a mi humana viene siendo que, si quieres que tu peludo te entienda, es mejor que uses siempre la misma palabra o frase para la misma cosa, y que no se puedan confundir con otras.
"Vamos a la calle" es un clásico, aunque puede dar lugar a alguna desilusión si se usa también entre los humanos de la casa. Si lo convertimos en "Troy, vamos a la calle", ya no hay duda posible; tenemos una frase perfectamente identificable y sin ambigüedades.
Hay cosas básicas que es mejor que nos enseñéis tal cual las decís en la vida diaria, porque así las entenderemos las diga quien las diga: No, ven, espera, quieto, suelta... pero en todo lo demás, ¡usad la imaginación!
"Ponte boca arriba" está bien si quieres secarme la panza, pero "¡A ver esa barrigocha gordita de mi peluchito!" me pondrá patas arriba en una fracción de segundo, y seguro que lo dices con un tono diferente, y es un vínculo más entre nosotros... ¡y no hay confusión posible!