Escribo esta entrada sin saber
aún qué va a ocurrir con los animales de Langreo y sin tener constancia de si
finalmente se ha logrado llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento y /o las
Corporaciones locales. No quiero politizar, porque en este país nuestro, guerra
civilista que diría Reverte, llevamos en la sangre el conflicto y el
enfrentamiento. No voy a hablar de ideologías que pueden o no separarnos, sino
de concienciación animal.
Me ronda esta preocupación la
mente desde que tuve noticia del problema, y como en aquel verso de Bécquer,
sentí la noticia como una hoja de acero atravesándome las entrañas… ¿Qué iba a
ser de todos vosotros compañeros?, ¿Qué sería de mi Cuchito, de Axel, de Chiki,
de Puskas y de tantos otros infelices que una vez más tenían sin saberlo la
soga echada al cuello? ¿Qué sería de
todos ellos?, De los seniors, De los que tienen unas necesidades especiales, de
los que llevan demasiado tiempo esperando un hogar y para más inri “causando un
gasto” ¿iban/van a masacrarlos?
¿Cómo puede uno explicarle a la
administración que solo entiende de números, la necesidad de mantener un gasto
que en ningún momento va a convertirse en ingreso? ¿Cómo le explicas a la
burocracia que los inocentes también tienen derecho a seguir intentándolo
aunque solo tengan cuatro patas y un hocico? En este país en el que vivimos en
el que tan necesario es seguir invirtiendo en concienciación (concienciación
cívica, solidaria, igualitaria, animal, ecologista…) cada vez recortamos más
estas iniciativas.
Y el problema no radica en una
falta de fondos o de financiación, eso es entendible, el problema se basa en
ignorar una parte de las responsabilidades sociales sabiendo que esas
necesidades se van a cubrir con la buena voluntad de otros, y os lo voy a
explicar con un ejemplo para que entendáis perfectamente a qué me refiero:
Vivo en una pequeña ciudad al
norte de España que lleva 20 años sin servicio de recogida de animales, aunque
la legislación regional especifica claramente que esta responsabilidad recae
sobre el consistorio.
Contra todo pronóstico no existen
animales campando sin rumbo por sus calles, y ¿sabéis cómo se consigue esto?
Dejando que otros resuelvan el problema por ti. El ayuntamiento cuenta con que
la buena fe de otros cubra esas necesidades. Sabe que las protectoras llevan
años recogiendo con el alma rota a cada animal perdido o abandonado que se
tropieza por las calles y que no tienen agallas para dejárselos amarraditos a
la puerta del Consistorio, para que el alcalde o alcaldesa de turno se lo
tropiece cada mañana al llegar al trabajo…
Y todos protestamos, pero
acabamos salvándole el culo a un Ayuntamiento que se ríe de nosotros en la puta
cara, y si no me creéis echadle un ojo al siguiente link donde se recoge que
por primera vez (suenen aquí las trompetas) se destina para el año 2016 un
partida de 2.500€ a la protección animal en el municipio. http://aviles.es/web/ayuntamiento/noticias/-/asset_publisher/QHy0TKO4FKQ9/content/el-ayuntamiento-de-aviles-convoca-una-linea-de-ayudas-para-la-proteccion-de-animales-abandonados/12305
¡Olé! Y encima lo anuncian a
bombo y platillo y se pondrán hasta medallas… Un total de 2.500€ para cubrir
los gastos producidos en 2016 por los animales abandonados… No sé el número
exacto de los perros y gatos que se recogieron en Avilés durante el año 2016,
pero no hace falta ser matemático para saber que con una partida de 2.500€ no
se cubren los gastos que en materia animal, genera una población de 85.000
habitantes…
Y si ya nos vamos a las bases
publicadas en el BOPA, podríamos continuar con el debate de la concienciación,
porque en esa increíblemente generosa
partida no se contempla el reembolso de los costes de esterilización… Claro,
una vez más lo importante es quitarnos el problema de delante pero no extirpar
su raíz. Es como podar ortigas, puede que durante un corto período de tiempo no
las veas, pero al poco tiempo volverán con renovado ímpetu a poblar el mismo
espacio…
Concienciación, eso es lo que nos
hace falta. Ponedle el nombre que queráis al Ayuntamiento de turno, no es un
problema de partidas, ni de crisis, no nos engañemos que en la época de vacas
gordas ningún Municipio regaló millones a los animales abandonados.
Y ahora saltarán los listos, los
de siempre, hay partidas más importantes,
desde luego y también menos, pero sigue siendo una responsabilidad de la
Administración al igual que regular el tráfico, mantener las vías públicas o
aprobar los planes urbanos.
Una que no se ve, eso está claro.
A no ser que los locos del coño de siempre, montemos un poco de ruido, es una
problemática que pasa totalmente desapercibida, pero ahora bien, el vecino biempensante, no quiere animales
moribundos campando a sus anchas por sus ciudades, en seguida llama a la
Policía Local, cuando algo, algún animal le molesta a la vista, el oído o el
olfato… Pues sabed queridos, que la Policía, a quien recurre es a nosotros, a
los chiflados, porque sabe que comulgaremos una vez más con la rueda de molino,
que nos llevaremos al animal a casa, a alguna casa, para que vosotros los
ciudadanos de a pie, podáis continuar alegremente con vuestras vidas.
Rueda completada: ciudadano
contento, policía satisfecha, ayuntamiento tan campante…
Y esto es lo que hay,
indiferentemente de cuál sea el color del Cabildo de turno…
Ahora vosotros, extraed vuestras
propias conclusiones, sacad lápiz y papel y en un minuto, multiplicad lo que
supone al año la manutención de más de 150 animales… Sumadle los gastos veterinarios…
¿Tenéis o habéis tenido algún
perro/gato?, ¿Habéis tenido la
mala/buena suerte de que haya llegado a viejo?, Calculad el gasto veterinario
que supone su atención… Sumadle los
profesionales necesarios para llevar a buen puerto el mantenimiento de esos
animales…
Incluid los gastos de manutención
del complejo, la higiene, las reparaciones…
¿Os llega con 30.000€? Enhorabuena,
pasadnos por favor la receta… Siempre y cuando, no incluya, como suele ser
habitual, la eutanasia de los animales con pocos visos de ser adoptados…