Nos gustan las fotos de
gatitos. Y de perritos. Y de crías de erizo, hurón, o lo que sea… los bebés
animales son preciosos, ¿verdad? Pues además de ser un placer, ver fotos de
cachorritos puede mejorar tu concentración. O eso dice un estudio japonés.
Investigadores de la
Universidad de Hiroshima publicaron un informe titulado “The power of Kawaii”, “el
poder de lo lindo”, que muestra un aumento en los niveles de concentración
tras observar imágenes de cachorros de perro o de gato.
Usaremos lindo como traducción más aproximada de kawaii, en inglés cute, aunque podríamos haber usado cuki ;)
Según el resumen de The Wall Street Journal, en el estudio participaron
132 estudiantes universitarios, divididos en grupos y subgrupos.
Al primer grupo se le asignó
como tarea una versión del juego “Operación”, que consiste en coger objetos
pequeños de un agujero sin tocar los lados; al segundo grupo se le encargó que
buscara un número dado de una secuencia aleatoria de números dentro de un
cierto límite de tiempo.
Ambos grupos realizaron las
tareas asignadas dos veces, una antes y otra después de un descanso en el que
se les pidió que observaran determinadas imágenes, diciéndoles que se trataba
de otro experimento. Los participantes se repartieron en subgrupos, a cada uno
de los cuales se le mostró un tipo diferente de imágenes durante ese descanso:
cachorros de perros y de gatos, perros y gatos adultos, y alimentos como carne,
pasta y sushi.
Los resultados dejaron claro
que, aunque todas las imágenes eran agradables, la concentración y eficacia en
las tareas asignadas sólo aumentó tras la observación de cachorros de perro y
de gato, que son obviamente kawaii (o
sea, lindos, preciosos, cukis, monísimos).
Los participantes que vieron
imágenes de cachorros de perros y gatos realizaron sus tareas mejor después del
descanso que los que vieron imágenes de adultos. Las puntuaciones de
rendimiento mejoraron en un 44% en el primer grupo y en un 16% en el segundo,
en el que también aumentó la rapidez de selección de secuencias numéricas
aleatorias en un 13%. No hubo cambios en los resultados de los participantes
que observaron gatos y perros adultos o imágenes de alimentos.
"Este hallazgo sugiere
que la visualización de imágenes kawaii
hace que los participantes se concentren más, estén más atentos y realicen sus
actividades con más cuidado y precisión. Demuestra que mejora el desempeño
posterior en tareas que requieren una conducta precisa, posiblemente reduciendo la amplitud del
enfoque de la atención. Las imágenes kawaii
no sólo nos hacen más felices, sino que también afectan a nuestro
comportamiento. En el futuro podría usarse como una forma de provocar emociones
para inducir tendencias de comportamiento preciso en situaciones específicas,
como la conducción y el trabajo de oficina", según los investigadores,
dirigidos por el psicólogo cognitivo Hiroshi Nittono.
En resumen, que ya tenemos
excusa para pasar el rato viendo fotos de cachorritos monísimos y totalmente kawaii: no es para sonreír con ternura y
disfrutar con sus caritas peludas, sino para mejorar nuestra concentración y
eficacia en el trabajo ;)
Kamparina
Fuentes: