Me ha llegado por WhatsApp este mensaje relativo a los
pájaros y a la ola de calor. No podría llegar más a propósito, porque como
sabéis debido precisamente a las altas temperaturas, el número animal de mi
casa ha aumentado provisionalmente. Probablemente fue la ola de calor la que
dejó medio atontolinado un pollo de tórtola turca en el portal de mi oficina, y
posiblemente ahí se hubiera quedado deshidratado si no me hubiese decidido a
recogerlo.
Como los pájaros, al menos los urbanitas, no suelen tener
grandes amigos entre los humanos, me parece aún más importante difundir este
mensaje.
Los pajaruelos, nos son la mayor parte de las veces
totalmente ajenos, de hecho solo nos acordamos de ellos cuando molestan, pero
al margen de situaciones en las que su población aumenta hasta formar plagas,
son unos grandes aliados al ser los encargados de regular el número de
insectos. Visto lo cual y teniendo en cuenta que las ciudades se acaban
convirtiendo en enormes hornos crematorios en estas fechas no está de más
compartir la información que esta campaña nos hace llegar:
Ponles agua si tienes la posibilidad de hacerlo. De haber
tenido agua a su disposición, Elizabetta no estaría ahora mismo recuperándose
en mi casa aislada de sus padres.
Pena que mis ventanas no me permitan hacerlo, pero si
puedes, ya sabes, ¡un pequeño gesto salva pequeñas vidas!