No
os podéis imaginar la de vueltas que da la vida perruna aunque parezca una vida
sencilla y fácil. Otras veces no da ninguna.
Me llamo Axel, y mi vida ha dado unas cuantas vueltas. De cachorro
recuerdo haber estado en el albergue, hasta que un día me fui muy feliz, adoptado,
listo para vivir mi nueva vida. Durante esos años conocí a mi mejor amiga
Selma, fuimos grandes amigos, pata con pata día a día. Un día sin avisar, como
suele pasar, vimos como nuestra vida cambiaba y Selma y yo dejábamos de ser
importantes para quien hasta ese momento lo habíamos sido. Así que, en un giro
perruno de los acontecimientos Selma y yo volvimos al albergue otra vez, ¡casi
no recordaba ya ese sitio! ¿Os habéis dado cuenta de que huele mucho mucho a
perro?
Total, que fueron unos días duros, adaptarse es complicado a
veces pero Selma tuvo suerte y encontró pronto una familia que supo ver lo
bueno que había en ella y vivió feliz. Yo ya estaba empezando a resignarme como
Chiki, mi buen amigo, pero como os decía él el otro día de repente llegaron los
de SOS Rescates de Amigos del Perro y decidieron que un abuelete como yo no
podía seguir en el albergue con ese suelo tan frío, así que hice las maletas
con Chiki y nos fuimos a un sitio en el que nos lo pasamos genial todos juntos.
Mis padrinos y madrinas dicen que soy un buenazo, y que me merezco lo mejor
también. Vienen a verme cuando pueden y se preocupan por mí. Selma habría
estado muy contenta de verme tan bien y con tanto espacio para correr y enredar
con los demás. No pierdo la esperanza de encontrar una familia definitiva a la
que lamer mucho, pero soy muy afortunado de tener tantos amigos que me quieren
y cuidan.
Gracias
a Celia, Lola, Rachel, Sergio, Kike, María y Marta por darme esta oportunidad.
No me olvido de Hermi, que nos quiere mucho y nos riñe sólo cuando nos lo
ganamos a pulso, ji ji.
Y no lo
olvidéis, quién tiene un amigo, tiene un tesoro.
¡¡Que
vivan los padrinos y madrinas!!!
Fdo.: Axel
AXEL forma parte del
programa SOS Rescates de Amigos del Perro. Gracias a la buena voluntad de un
grupo de personas Axel disfruta de una vida feliz en una residencia lejos de la
vida de albergue. Apadrina a un amigo.
Ayuda a mejorar una vida.
Continuará…