Jefferson aterrizó en nuestras
vidas, de casualidad, como la mayor parte de las cosas importantes que te
suceden en la vida.
Se lo tropezaron Pablo y Alicia,
cuando paseaban algunos perros en
Pajomal. El gorrionzuelo apareció de repente en medio de la carretera, sin que
ninguno de nosotros acertásemos adivinar de qué nido podía haberse caído. Así
que sin mucho más preámbulo, decidimos que aquel pequeñuelo se venía a casa con
nosotros. A probar suerte.
Jefferson es un pichón de gorrión,
que a tenor del emplumado que presentaba cuando nos lo encontramos, tendría
entre 10 y 20 días. Ya tenía además los ojillos abiertos y al contrario que mi
anterior polluelo, Jefferson nos pedía comida desde el primer momento. Quiero
decir con esto, que no hemos tenido problemas en su alimentación. He leído en
internet que hay veces en los que es necesario hasta sondar al pichón para
poder nutrirlo. Nosotros no hemos vivido esa situación. Él abre el pico encantado
de ser cebado y nosotros respondemos, dándole de comer con la punta de un boli
de bic, haceros una idea del tamaño del susodicho.
El sábado y el domingo, lo
alimentamos a base de potitos y papilla 8 cereales de bebé, pero pasado el fin
de semana, hemos podido comprar pasta de cría para canarios, que es lo que le
estamos actualmente suministrando. La pasta se mezcla con agua por lo que al
administrársela se hidrata al mismo tiempo al pichón. Este producto es barato
(2€ la bolsa) y se encuentra en casi cualquier establecimiento veterinario. Si
todo sigue así, dentro de poco podremos añadirle comida en grano, para que vaya
acostumbrándose a pelar las semillas. Es una suerte que los gorriones coman
prácticamente de todo, pero es importante que su alimentación sea lo más
equilibrada posible. Creo que de momento, su dieta va bien, ya que el animal
cada día está más espabilado. Aparecen plumas nuevas diario, y ya se comienza a
desplazar con los característicos saltos del gorrión.
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JEFFERSON EL PRIMER DÍA |
Los primeros días, el pollito
comía cada hora y lo pedía puntualmente pasado ese lapso de tiempo. Poco a poco
va alargando las tomas, y esperamos que en las próximas semanas comience a
alimentarse por sí mismo.
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SEGUNDO DÍA |
La primera habitación de
Jefferson, fue un servilletero de mimbre forrado de papel y algodón para
hacerlo más confortable. Es importante ubicarlos en un lugar de fácil limpieza
ya que los pichones, como la mayor parte de las crías animales, en sus primeros
días de vida, solo comen y “descomen”, y es necesario mantener una higiene en
el improvisado nido.
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SEGUNDO DÍA |
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SEGUNDO DÍA |
Como en esta semana ha crecido
bastante y comienza a rebullirse en su habitáculo, por su propia seguridad,
hemos tenido que enjaularlo. No obstante para que el animalín no se atrofie, ni
pierda la natural curiosidad de los de su especie, cuando lo alimentamos, lo
dejamos salir para que cotillee y se mueva a su antojo. Esta práctica, que favorece
su desarrollo, a mí me causa más trabajo por sus accidentes escatológicos, pero
lo daremos por bueno si sale adelante. Cuando sea un poco más grande,
diseminaremos grano por la terraza para que aprenda a buscar su propia comida,
pero de momento sigue siendo un pollo chillón y dependiente, que me da que
hacer y me encandila a partes iguales.
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JEFFERSON EL QUINTO DÍA |
Una de las primeras cosas que uno
lee cuando busca información acerca de la cría de pichones, es el tema del
calor. Hay muchas fuentes que hablan de la famosa bombilla, que tiene uno que
dejar encendida para mantener el calor que los pollos no son capaces de generar
y que es necesario para su correcto desarrollo. Yo no lo he llevado a cabo en
ninguno de los dos casos vividos. También es cierto, que ambos pájaros contaban
ya con algunas plumas, por lo que mantener el nido artificial limpio, seco y
alejado de corrientes, ha sido suficiente.
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PRIMERA SEMANA |
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PRIMERA SEMANA |
Sí que me tropecé con otros datos
igual de relevantes para esta improvisada crianza, que me gustaría recalcar por
si a alguien pudiese servirle de algo mi experiencia:
- No administrarles a las crías de gorrión comida
de periquitos, ya que puede y suele resultarles toxica
- Vigilar el tipo de heces cuando se cambia el
nido, ayuda a comprobar si la hidratación y la alimentación del pájaro está
siendo correcta. Éstas nunca deben ser ni muy líquidas ni muy secas. En función
de su consistencia se debe aumentar o disminuir la proporción de agua.
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No suministrarle comida a los pichones durante
la noche si se trata de especies diurnas. Este dato es importante para mantener
los biorritmos naturales del animal.
Y poco más puedo contaros. Espero
y deseo que Jefferson tenga suerte y salga adelante para poder soltarlo y que
sea un nuevo gorrión revoloteando en nuestro entorno.
Todo depende de la providencia.
¡Cruzad los dedos!