¡Hola! Algunos ya me conocéis, me llamo Troy y soy adoptado.
No se sabe muy bien de dónde salí, pero aparezco por primera vez en una perrera andaluza desde la que llegué a una casa de acogida, y de ahí a mi casa en Asturias.
Al principio todo eran sorpresas... ¡la lluvia, la nieve, las margaritas en primavera! Y unos cuantos problemas, claro. Pero todo se fue arreglando y ahora soy un perro tranquilo y confiado (siempre que no hablemos de petardos o truenos, claro), y trato de ayudar a otros menos afortunados, casi siempre a través de mi humana y sus amigos.
Pero sé que, a veces, otros perros tienen dudas, problemas que no saben cómo resolver. Y yo procuraré darles respuestas, en base a mi propia experiencia de estos años. Así que éste será mi consultorio. Estoy aquí para ayudar.