Qué gran sorpresa compañero. Menos mal que la vida, se acuerda de ti y por fin te da un respiro. A veces, lo bueno se hace esperar, y hoy por fin ha llegado tu momento.
La verdad es que como tengo alma de pesimista crónica, siempre tengo miedo de que la suerte se me agote, y que el próximo de vosotros, mi ahijado, sea el último de la fila.
Le tengo pánico a ese momento y a veces me agarrota. Lo pensé con Oni, la verdad. Con Roland, había perdido la esperanza, y contigo, aunque me negaba a aceptarlo, temía tener que verte marchitar.
Te voy a echar de menos querido. Voy a añorar tus tirones y tus nervios, tu empeño en perseguir un rastro y tu ansiedad por saludar a todas las perras (con A) que nos cruzamos por el camino. Pero por encima de todo voy a evocar tus ojazos marrones clavados en los míos cada vez que intentabas comunicarme algo: quiero irme, tengo miedo, quién es ese señor y qué quiere de mí… En cierto modo me entristece pensar que no te me vas a subir de nuevo al regazo, cuando esté en Sama tomándome un café. Es una tristeza egoísta y mínima, claro. Me alegra mucho más saber que por fin vas a pasarte la vida libre, que podrás correr y jugar, que tendrás una casa entera y verdadera para ti.
Y la verdad, me gustaría poder verte, por un agujero en la pared, cuando caigas en la cuenta de que no tienes que volver al box. Que vas a tener por siempre la vida para la que todo perro ha nacido. Tuvieron que pasar 9 años, pero el desenlace merece la pena.
Este era tu año, Román, como habíamos vaticinado. Y me hace muy feliz saber que tú de una vez por todas, vas a poder serlo.
Buena suerte amigo, cuidaremos de tus compañeros de box. He perdido un ahijado, pero habré ganado otro.
Hasta siempre querido, cuídate mucho. Tú no nos recordarás de aquí a un par de meses, pero nosotros siempre tendremos presente al chuchillo medianero que nos tiraba continuamente el café al intentar subírsenos al cuello aunque hubiese una mesa de por medio :)
Te queremos chico, pero ni la mitad de lo que, estoy segura, va a quererte tu nueva familia.
¡Buen viaje Román! ¡Sé feliz!
¡Buen viaje Román! ¡Sé feliz!
P.D. Nanda, Paco, Kika, Muki, Oni, Roland… Sale Román con el dorsal 7, entra Roy con el 8. ¿Nos ayudas a que el 8 sea su número? ¡Bienvenido a bordo Roy!