La semana pasada una amiga me
envío un enlace a la sección de moda de El País. El titular del artículo era La revista que derriba el estereotipo
machista de ‘la loca de los gatos’:
Me lo enviaba por lo de los gatos, claro, no es
que sea yo precisamente un icono de la moda… En tono de humor su mensaje decía algo así como “No sé por qué
al leerla me acordé de ti”… Yo tampoco sé por qué… Ni que fuese yo una loca de
los gatos o algo J…
En realidad la noticia viene a
decir que hoy por hoy, el colmo de lo “fashion”, es hacerse fotos con un gato. Lo
que yo quiero comentar hoy aquí, no es una nueva tendencia primavera-verano,
sino ahondar un poquito más en el término “Cat Lady”, o el de “loca de los
gatos” que viene siendo lo mismo. En el
artículo, la periodista hace referencia a que el estereotipo negativo de una
mujer y su gato, comienza a ser contrarrestado, gracias a la tendencia de
actrices, modelos y cantantes de reivindicar su posición de Cat Ladies.
Por si alguien anda tan perdido
como andaba yo cuando me enviaron la revista, desgrano un poco los significados
de Cat Lady:
Según wikipedia, ese gran pozo de
sabiduría de nuestros días, Cat Lady, es el término con el que peyorativamente
se define a aquellas mujeres solteras que conviven con gatos y sustituyen a los
felinos por las relaciones personales. En la definición especifican muy
amablemente que se trata de un cliché, ¿Ah
Sí? ¿No me digas?… No me había dado cuenta… Continúa la definición
añadiendo los usos y las asociaciones del término y añade otras tres acepciones
que tampoco tienen desperdicio:
-
Es el término que coloquialmente se asigna a las
personas con síndrome de Noé (nótese el pequeño detalle que no hay Cat Gentleman, aunque hay hombres que
sufren este trastorno ),
-
Es también utilizado como sinónimo de Solterona
(literalmente: spinsterhood: 1. Often Offensive A woman, especially an older one, who has not married.)
- Y en épocas más recientes, la expresión fue
acuñada para referirse a las mujeres que decidieron dar prioridad a su carrera
profesional a la hora de enfocar sus vidas…
Madre mía, casi entro en la
definición por todas sus acepciones… Pero bueno, aún a riesgo de refugiarme en
el discurso feminista, tengo que reconocer que leyendo los significados, está
claro que ni nuestra sociedad ni las anteriores, veían con muy buenos ojos a las
mujeres que no formaban su propia familia… Si a eso le sumamos que la defensa
de los derechos de los animales, tampoco era/es una reivindicación muy bien
aceptada, hace que el combo mujer + gato
fuese/sea equivalente a muerte social…
Llegados a este punto, me
planteaba ¿por qué las mujeres?, yo conozco a muchos voluntarios masculinos, vivo
(y firmo) con uno ¡Qué carajo!, pero ¿por qué son ellas las vapuleadas por la
lingüística?, ¿por qué no hay cat Gentleman?
He buceado un poco en internet y
he encontrado un artículo muy interesante ¿Son
las mujeres más sensibles a los derechos de los animales? Sobre los vínculos
entre el animalismo y el feminismo:
http://isegoria.revistas.csic.es/index.php/isegoria/article/viewFile/941/940
(Aviso a navegantes: éste sí, es un estudio escrito desde la perspectiva
feminista, por lo que si estás pensando que soy una feminazi, no lo leas, no
merece la pena que te hagas mala sangre).
En él se recogen alguna de las hipótesis
que me planteaba. Viene a decir que no
es que haya más mujeres en la causa animalista, es que en general, las
actividades de voluntariado indiferentemente de que sean con animales o
personas, suelen contar con más féminas que hombres entre sus filas (hay
excepciones ¿eh?) y dan una interesante explicación parcial: Tradicionalmente a
las mujeres se les permitía mostrar abiertamente empatía y desarrollar
actividades de cooperación, mientras que a los hombres no se les consentía
evidenciar ese tipo de sentimientos. En consecuencia, estaba mejor visto
socialmente ser una Cat Lady que un Cat Gentleman. Los hombres que se
vinculaban al animalismo, no se dedicaban a las tareas propias de de su sexo…
Así que ya sabéis, hombres del
mundo, nosotras hemos empezado a gritar con orgullo
¡Sí!
¡Soy una Loca de los gatos!
Y ¿Vosotros?, ¿os atrevéis a
salir de ese armario? J