Imange de Pixabay |
Pues aquí seguimos iniciando el año
con este cursillo acelerado de adquisición responsable de animales. Hoy es la
última entrega de esta entrevista que Vanessa M. Verdandi (@Ipathia_), accedió
a contestarnos y queremos finalizarla con algunas reflexiones interesantes
sobre la crianza, los criadores y los compradores de animales. Allá vamos:
YWC: Sabes que para muchos estáis
en el punto de mira de muchas protectoras y voluntarios, pero tú: ¿Qué opinión
tienes de los criadores? y ¿de los compradores?
V:
De los que ejercen su labor cumpliendo escrupulosamente las reglas, una muy
buena opinión. No entiendo el movimiento en contra de los animales de raza. No
son el enemigo de las adopciones. Por desgracia, los peludos no nos duran
eternamente, y a los que nos gustan los animales, acabamos teniendo varios de
distintos orígenes. Adquirir un animal no debería ser motivo de crítica, cuando
estás pagando por todo lo que implica detrás y que ya he mencionado (trato
directo hogareño, sociabilización desde el minuto uno con personas y otros
animales, garantías veterinarias y genéticas, la posibilidad de partir con
ventaja sabiendo la base del carácter de la raza gracias al estándar…).
Tengo,
en cambio, una muy mala opinión y queja de los compradores de animales
irresponsables, cuyo único interés es ahorrarse dinero comprando el animal en
fuentes de dudosa confianza y sin importarles si ese cachorrito es portador de
alguna enfermedad congénita, si hay endogamia en sus líneas directas, o bajo
qué condiciones se produjo el cruce (si es una hembra en su primer celo, algo
que las asociaciones no suelen aceptar, o es mayor de cinco o seis años, dado
que los riesgos del parto de multiplican, que tampoco dan por buena el alta de
camada).
YWC: ¿Cuál es la barbaridad más
grande que hayas visto en la compra-venta de perros según tu criterio
profesional?
V:
Vender animales enfermos, sin la menor duda. Porque engaños con la raza también
he visto unos cuantos, aprovecharse del
remoto parecido de un cruce o mestizo con la raza a la que se supone que
pertenece y sacarles así unos euros, pero eso al fin y al cabo queda en una
estafa económica. Sin embargo, vender animalitos enfermos, con moquillo,
parvovirus, malformaciones congénitas, con pleno conocimiento, porque no has
invertido un duro en su atención temprana, pruebas y cuidados, me parece
despreciable. Están vendiendo cadáveres, lo saben, y les importa un bledo. Me
entran ganas de llorar de impotencia.
YWC: ¿Cuáles crees que son los
errores más comunes de los vendedores?, Y ¿de los compradores?
V:
En los vendedores, la falta de unión. Sería necesario una buena campaña de
lavado de cara, de los auténticos criadores, que quieren y buscan el bienestar
de sus animales con el mismo objetivo final que albergues y protes: la tenencia
responsable. Pero observo una falta de implicación por parte de ellos, que
parecen querer mantenerse al margen de polémicas, pese a que los
junta-perros/gatos son legión y copan el 99% de los anuncios por palabras de
cualquier web, prensa, y redes sociales. A veces, en esta vida, es necesario
tomar partido.
El
error más estrepitoso de los compradores es la falta de información. Siempre.
Es maná y roza la experiencia milagrosa topar con los escasos futuros
compradores que, cuando se ponen en contacto contigo por primera vez, te
indican que llevan meses, o un año, estudiando razas, valorando características
aptas para su estilo de vida, y que finalmente se han decantado por la que tú
tienes por esto, aquello, y lo otro. Que quieren acompañarte a exposiciones,
que se han hecho con libros, que han hablado con un veterinario ANTES de
comprar al animal, y no después. Los hay, son pocos, pero los hay, y esos
compradores son para quererlos fuerte.
Siempre
pongo el mismo ejemplo, salvando las distancias: es increíble que nos leamos un
manual de 50 páginas para aprender a usar nuestro móvil nuevo de última
generación, y lo hagamos con entusiasmo y avidez. Pero introducimos en nuestras
vidas a otro ser vivo, con sus particularidades, sin tener la más remota idea,
unas nociones básicas de su psicología conductual, de su lenguaje, de cómo
debemos crear y fortalecer puentes entre
dos especies distintas hasta alcanzar el precioso, y único, vínculo que desarrollamos
con nuestras mascotas.
YWC: Mmm ¿harías alguna mejora en
éste sector?
V:
Mayor visibilidad, espacios donde puedan aportar su punto de vista y marcar
distancia con los que mal llamamos criadores para que el adoptante, o comprador
final, sepa distinguirlos y tome conciencia de que, si decide pagar por un
animal y no optar por la adopción, hay maneras de hacerlo sin contribuir a la
compra-venta ilegal y deshonesta. Ya que van a pagar por un animal, algo que no
creo que podamos evitar del todo jamás, que se haga bien. Porque se puede, pero
claro, cuesta dinero. Y si no tienen suficiente para comprarse un animal de mil
y pico euros, pero tampoco quieren un mestizo rescatado, perfecto, señal
inequívoca de que en esa casa no deberían entrar animales. En cambio, a un
click, pueden lograr un cachorrito de 40 días por la mitad, o menos, de lo que
valdría en un buen afijo.
YWC: ¿Qué perfil crees que debería
tener el criador de perros profesional?/ ¿Qué crees que debería exigirse?
V:
El perfil es muy heterogéneo y por lo tanto no estoy en posición de decir cómo
deberían ser. Sí creo que hay recomendaciones, por parte de las asociaciones,
que deberían convertirse en obligatorias, así como establecer un límite máximo
de hembras reproductoras y machos sementales, con mayor control, visitas incluidas, del organismo de Medio
Ambiente a estos núcleos zoológicos, para comprobar que cumplen con la
normativa. Y ante el primer incumplimiento, que se le retirara el afijo y la
licencia de cría, además de retirada de animales inmediata y multa
correspondiente.
YWC: ¿Qué debería tener en cuenta
antes que nada alguien que quisiera dedicarse a la cría de perros?
V:
QUE NO SE VA A HACER RICO, al revés, va a dejarse hasta los ahorros de su
primera comunión. Si es su intención, ya puede ir buscando otro sector. Va a
tener que invertir mucho dinero, mucho tiempo, y tendrá satisfacciones, por
supuesto, pero también debe asumir que requiere un compromiso absoluto que
supone alterar su vida: su tiempo libre, sus vacaciones, e incluso su casa si
opta por crear espacios e infraestructuras exclusivos para sus animales. Es lo
mismo que, en realidad, debería asumir cualquier nuevo propietario cuando
decide hacerle hueco a una mascota, pero en el caso de los criadores, la
responsabilidad se multiplica.
YWC: Y por último ¿Qué
recomendaciones le harías a un particular que quiera adquirir un perro de raza?
V:
Que evite los anuncios por palabras, o los mire con lupa y contraste mucho, que
acuda preferentemente a las páginas de asociaciones donde hay un apartado de
razas y criadores, homologados y legales, o bien busque en albergues y protes
si tienen ejemplares de esa raza que tanto desea. Que visite siempre, siempre, la vivienda, más
de una vez, a ser posible, y evite la
compra que implica enviar al animal por empresa de transporte. Que investigue
el afijo, o el nombre del criador y busque valoraciones de otros compradores
previos. Que pueda ver a los padres, así como acceder al historial veterinario
de ambos y tener por escrito las garantías de salud que el criador le promete.
Si te venden un cachorro menor de 12 semanas, huye. Si no te deja visitar su
criadero/vivienda: huye. Si te da largas con las pruebas veterinarias: huye.
Todo,
como ves, se reduce un poco al sentido común. Algo que, quién lo diría, parece
que no abunda en este delicado tema.
Te
adjunto enlaces a dos webs que lo explican muy bien, y de la que estoy segura
que también puedes extraer material para varios artículos sobre este tema.
Y doy fe de que merece la pena
leerse ambos enlaces para profundizar en el tema. ¡Mil gracias Vanessa! Por tu
colaboración, tu paciencia y por el enorme tiempo que tuviste que dedicarle a
contestar a nuestras infinitas preguntas.
Imagen de Pixabay |
Gracias de corazón. Protectoras y
criadores tenemos en común el amor hacia los animales. Tirarnos los trastos a
la cabeza es un gran error. En realidad ambos tenemos el mismo objetivo: la tenencia
responsable.
Ahí lo dejo.
Un abrazo,
Nota: fotografías de Pixabay.