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Flora y Fauna del parque de perros IX: El de toda la vida

¿Qué?, ¿Cómo lleváis el otoño? Yo tengo que reconocer que como es mi época del año favorita (Sip, lo sé, es raruno, pero qué le voy a hacer yo si es verdad), estoy en mi salsa. Espero que al otro lado de la pantalla, estéis aguantando bien el tirón.

Hoy casi acabada mi tipología de dueños de perros, no podía faltar en este listado, el que hemos venido a llamar "el de toda la vida". El o La, se entiende. Yo quería incluir en este perfil, a todos esos dueños, adultos ya, más bien talludos, que acompañados por un chuchillo generalmente sin raza, y siempre pequeño, pueblan nuestros parques. Son los que siempre han tenido perro, y ya avanzada la mediana edad siguen teniéndolo. Ellos siempre han estado ahí. Son ese señor que cada mañana cruza el parque en dirección al kiosko, con el perro siempre a sus pies, a comprar el periódico. Son la mujer que te cruzas todos los días a eso de las nueve de la noche, dándole el último paseo a su perro. Son legión en las cafeterías y en las sendas para caminantes de las ciudades. Son a lo que aspiro ser y en lo que me estoy convirtiendo. 

Ellos ya tenían perro, mucho antes de que los border collie, y antes que ellos los bulldog franceses, y previamente los golden retriever, se pusiesen de moda y copasen nuestras calles. En su casa siempre hubo perro y era uno más. No suelen tener animales de raza, van acompañados por un animalillo mestizo, que alguien les dio. Tienen hijos, a veces nietos y siguen teniendo perro. Trabajaban y tenían perro. Están jubilados y lo siguen teniendo. 
Perro, niño, palomas y senior. Todo en uno de Freepik


Ellos acuñaron el término dog friendly sin saberlo. Fueron los pioneros en una época en la que para la mayor parte de la población, los perros seguían siendo un instrumento para vigilar campos, ganados y casas, que no tenían sentido en el contexto urbano. 

No suelen caer en el consumismo animal en el que sí caemos los neófitos. Sus perros comían los restos de lo que se cocinaba en casa. Dormían en el sofá o en la cama, a veces en un capazo, pero no en el último modelo de colchón viscoelástico. Por supuesto no usaban ropa ni chubasquero. Tampoco llevaban ni llevan el famoso arnés Julius - K, ni la cadena multiposición. Sus perros solían ir sin correa, es algo que asumen ahora a regañadientes. Viajaban con el perro suelto en el asiento de atrás, asomando la cabeza por la ventanilla. Iban con ellos a hacer la compra y el perro los esperaba fuera. No es menos cierto que el civismo les pilló tarde, y que han tardado más que el resto en cargar con las bolsas desechables. 

Hablo de mi padre y de mi abuela. De mis precursores, pero de alguna manera, también de los vuestros. De los colonizadores, de los que introdujeron en nuestras insulsas vidas de urbanitas, un poco del campo. Los que nos abrieron camino a los dueños y a los perros. 

En definitiva, de los que ya sabían muchos años antes de que tú nacieras, que compartir la vida con un perro, la hace un poco más feliz.

Buena semana :)




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