Hola, me llamo Paula Valdés y soy voluntaria en el Albergue
de Serín desde hace aproximadamente un año. En cuanto me propusieron ir al
albergue por primera vez, acepté de inmediato y puedo decir, a día de hoy, que
es una experiencia única e insuperable en la que todo el cariño que recibes de
estos animalinos no se puede pagar con dinero. Es algo que se puede calificar
como “adictivo” ya que estás deseando que llegue el día de la semana para
volver y centrarte única y exclusivamente en ellos, en los animales. Siempre
que voy intento repartir mi tiempo y cariño entre los gatos y perros que hay en
el Albergue de Serín.
En mi
estreno en este blog, en el qué espero escribir a menudo, os hablaré de una
perrina muy especial para mí. Ella es Meredith, es una preciosa setter inglesa
de unos seis años. Pues bien, os voy a describir como la conocí y
comprenderéis por qué le tengo tanto
cariño.
El primer día que yo di el paso para
conocerla, ella no quería; se mostraba tímida y se metía en su habitación sin
querer salir, por todo ello ese día desistí y pensé que ese no era el día adecuado
para conocerla.
Finalmente,
sería a la semana siguiente cuando nos dimos cuenta de que no era tan miedosa y
tímida como ella nos quería hacer pensar (es una perra muy inteligente).
Entramos en la habitación, le pusimos la correa sin ninguna resistencia y nos
dispusimos a dar el primer paseo juntas. Ese día, sí fue el definitivo. Dimos
un paseo de 45 minutos, en el que la perra se había transformado por completo,
se le veía feliz y alegre. Tras unos minutos de caminata, pensé que lo mejor
que podía hacer era darle cariño y ver su reacción. Pues bien, me senté con
ella y ¿cuál fue mi sorpresa? No había pasado ni un minuto y Meredith se había
acurrucado a mi lado, apoyando la cabeza sobre mis piernas y mirándome con cara
de “acaríciame por favor”. En este momento me di cuenta que el cariño que
realmente merece esta perrina es el que le de una familia de manera permanente.
La cosa no
quedó aquí, siguió sorprendiéndome. Lo siguiente que hizo fue echarse con la
barriguita hacia arriba para que se la rascara (he aquí otra prueba de que
Meredith es una perrita muy lista). Al final del paseo le dimos como premio
salchichas, que no come hasta que tú se lo indiques, lo que demuestra que es
una perra muy educada y respetuosa. Ese día fue el primer paseo que quedará
grabado en mi mente toda la vida, y que espero que sea el primero de pocos, lo
que querrá decir que esta peludina ha sido adoptada.
Aparte de
todo esto, se lleva muy bien con su compañero de habitación Rufo (también en
adopción), el que la quiere mucho, y se lo demuestra en cada paseo, dándole
cariño en forma de besos y diciéndole en su lenguaje que mientras estén juntos
en la habitación, ella no se sentirá sola. Creerme, verlos pasear juntos, es
algo emocionante. Además, pasea muy bien con correa, llevando siempre el ritmo
que tu marques y es muy obediente.
Por último
quería comentar una anécdota y es que el día que mi hermano conoció a la
perrina vino para casa contándole a mi madre que Meredith era la perra
perfecta: preciosa, elegante, educada y cariñosa (ni yo misma hubiera
encontrado mejores adjetivos para describirla) y que si pudiera se la traería
para casa con los ojos cerrados. Con esto quiero decir, que cada persona que la
conoce se enamora literalmente de ella. Sube, conócela y dale el calor y cariño
que tanto necesita. Te puedo asegurar al cien por cien que no te arrepentirás
jamás.
Paula Valdés
Meredith está en adopción
en el albergue de Serín (Asturias)
Teléfono
636 157 439
Se
entrega esterilizada, vacunada, desparasitada y con pasaporte y
microchip.
Nota: Meredith está en este momento acogida, con posibilidades de adopción. Seguiremos informando y esperamos que tenga toda la suerte del mundo.
Nota: Meredith está en este momento acogida, con posibilidades de adopción. Seguiremos informando y esperamos que tenga toda la suerte del mundo.