Los gatos, a pesar de haber sido domesticados hace largo tiempo, siguen siendo felinos y, por tanto, cazadores que se valen de sus uñas y sus garras retráctiles para infinidad de actividades incluidas en su rutina diaria de ahí que dichas “herramientas” cobren gran importancia en este animal.
¿Por qué arañan los gatos? El acto de sacar las uñas y arañar es algo instintivo para el gato, una acción que es imposible eliminar de su comportamiento pues cumple con las siguientes misiones:
• Sujetarse gracias a las uñas de las superficies permite al felino tonificar y desarrollar los músculos de hombros y espalda además de mejorar su flexibilidad. Se puede observar que, al despertarse, el gato acude a su rascador para desperezarse, estirando y ejercitando la zona superior.
• Arañar libera estrés en el animal y la existencia de las uñas permite al gato hacer ejercicio y mantener una actividad física más intensa pues le ayuda a correr, escalar, atrapar objetos, manipular sus juguetes...
• Dado el carácter curioso del gato, no duda en aventurarse por sendas estrechas, subir a superficies de todo tipo y tener un comportamiento algo temerario. En la realización de tales exploraciones son las uñas las que permiten que mantenga el equilibrio y pueda agarrarse de cualquier lugar.
• Las uñas también contribuyen al correcto mantenimiento de la higiene del gato: sirven para que entierre sus excrementos, pueda rascarse y se sujete correctamente a la hora de cumplir con su aseo diario.
• Ante otros gatos o un posible ataque, las uñas son el único arma con que cuenta el animal. Se vale de ellas para defenderse o huir trepando en caso necesario.
• En el aspecto social también cumplen un objetivo. El gato marca con arañazos su territorio para conocerlo y controlarlo además de advertir a otros gatos de su presencia.
La desungulación u oniquectomía es una operación quirúrgica que amputa la última falange del dedo del gato, donde se encuentra la base del tendón retráctil y por tanto el nacimiento de la uña.
Esta operación, que desposee al gato de sus uñas, fue considerada en el pasado la mejor solución a los problemas que los arañazos causaban en el ámbito doméstico, sin embargo, a día de hoy está prohibida en prácticamente todos los países por considerarse excesiva y cruel.
Además de las complicaciones asociadas a la realización de una intervención de tal magnitud en el gato (posible aparición de infecciones en la herida, malformaciones o cojera por errores en la cirugía...) presenta también consecuencias psicológicas en el animal.
Al sentirse desprotegido, desposeído de su única herramienta para defenderse, tiende a aislarse, a mostrar un comportamiento desconfiado y a encontrar trabas en su socialización.
Alternativas a la desungulación
• EDUCACIÓN: Esta es, sin duda, la mejor solución a cualquier problema que pueda causar una mascota. Desde que el animal es cachorro, mediante un método de premio y castigo, puede enseñársele dónde está permitido arañar y dónde no. Si el gato se acostumbra al uso de su rascador, los arañazos a muebles y cortinas desaparecerán. Para la erradicación del uso de las marcas de uñas como seña de posesión del territorio, la castración en el momento adecuado resulta de gran utilidad pues atenúa ese instinto.
• CORTE DE UÑAS: El corte de las uñas regular (cada dos semanas aproximadamente) previene la aparición de problemas por arañazos en lugares indebidos. El corte debe realizarse, con unas tijeras especiales, justo donde la uña empieza a curvarse, para evitar tocar la vena interior que posee. En caso de errar, aparecerá una hemorragia que puede detenerse con el uso de polvo estíptico.
• FEROMONAS: Cuando un gato se encuentra seguro y cómodo en un lugar tiende a frotarse contra las superficies dejándolas impregnadas de feromonas. Estas sustancias emiten un olor característico que, al ser percibido por el felino, le induce un sentimiento de calma y tranquilidad. Por ello, el uso de feromonas aumenta el bienestar del gato lo que reduce el marcaje.
• REPELENTES: Si existe algún mueble o rincón al que, de forma recurrente, el gato acude para afilarse las uñas y marcar su territorio el uso de un repelente puede eliminar el problema. Estas sustancias disuaden al animal sin ser nocivas para su organismo.
• UÑAS POSTIZAS: Se pueden encontrar en el mercado unas fundas de plástico de puntas redondeadas que se adhieren a la uña natural del gato gracias a un pegamento especial y evitan así los destrozos que puede causar el animal. Existen en diferentes tamaños para un ajuste perfecto, su único inconveniente es que se desprenden cuando la uña crece y deben ser sustituidas periódicamente.
JORGE CEFERINO FERNÁNDEZ CUESTA
Ex- Presidente de la Sociedad Protectora de Animales de Mieres. Ex- Director del Albergue de Animales Abandonados de Mieres.
GUIA CANINO EN SEGURIDAD PRIVADA