Que las pulgas y las garrapatas son un peligro lo sabemos todos, los peludos y nuestros humanos. Lo que ya no está tan claro es cómo mantenerlas alejadas. Hay pipetas con un líquido que se pone en la piel, pastillas masticables o no, y collares repelentes.
La efectividad depende más de la calidad del producto y de que se sigan las instrucciones de uso que del formato que tenga. Para elegir, lo mejor es pensar en el estilo de vida y las preferencias del peludo.
Me explico: un collar repelente va bien para perros que viven en el exterior, en el campo, y que van a llevar puesto el collar día y noche (no es algo que te puedas poner para salir a pasear y quitártelo al llegar a casa); las pastillas van bien para los perros a los que les gusta su sabor y se las comen sin problemas; y para todos los demás, pues pipetas, claro, como yo, que vivo en un piso y no quiero pastillas ni en pintura, o mejor dicho, ni en quesito. Que ya es decir...
Así que ya sabéis, sea collar, pipetas o pastillas, ¡lo importante es estar protegido!