Puff… Qué perezón me ha dado
siempre entrar en este tema recurrente, pero tras años esquivándolo hoy voy a zambullirme
de lleno en el lodazal a propósito de un artículo que he leído en Vertele sobre
Cuarto Milenio.
Lo siento por él, porque sé que
su comentario fue sin intención, y porque además está más que demostrado su
compromiso con los animales, pero como una viene estando hasta el mismísimo moño de escuchar una y otra vez la
comparación de los animales y los niiiiiiiiiiiños, hoy me voy a meterme en esta
maravillosa polémica, y ya de paso darle un pequeño tirón de orejas al señor Íker Jiménez.
A ver contextualizo, leí en
Vertele este artículo: http://vertele.eldiario.es/noticias/Cuarto-Milenio-iker-jimenez-carmen-porter-gatos-hijos-navedelmisterio_0_2016398344.html
en el que se habla de cómo Carmen Porter e Íker Jiménez hicieron una
presentación oficial de los dos cachorros de gato que nacieron en el plató de
Cuarto Milenio y de los que se han hecho cargo. Suena bien ¿no? Yo también lo
pensé hasta que vi la frase con la que el periodista finaliza el artículo:
"Estos chiquititos, a lo mejor, quién
sabe, el misterio es así, sabían que iban a estar en buenas manos",
concluyó el presentador, valorando
positivamente la concienciación que notan en las redes sociales por
el cuidado de los animales, lamentando que en ocasiones sea incluso superior a
la de niños, y conectando con su primer misterio de la noche.
Concienciación animal superior a
la sensibilidad por los niños… ¿Ein? ¿Cómo?
¿Mande? Un momento… Así que como lo primero de todo es contrastar fuentes,
me dirigí a la página del programa en Cuatro. En la web, que tiene un enlace
íntegro dedicado a los mininos, me enteré de muchas cosas:
Cómo habían buscado a la madre
sin que apareciera; cómo Carmen e Íker (pareja en la vida real) habían decidido
hacerse responsables de los mismos; cómo Carmen en uno de los vídeos explica
que han decidido no llamar a una protectora porque sabe que están saturadas; cómo
han involucrado a su hija en la crianza de los gatuchos para las tomas de
biberones…
Todo iba de perlas, iba de ¡olé! !Chapeau! ¡Viva y bravo! hasta que
puse el programa del domingo 27 de Mayo en el que muestran a los gatos y
efectivamente el último párrafo que aparece en Vertele es literal y no una
licencia poética del periodista: Íker Jiménez, finaliza la presentación diciendo
que es una lástima que se haya avanzado en sensibilización animal cuando sigue
habiendo niños necesitados (https://www.cuatro.com/cuarto-milenio/programas-completos_16057/16057/
minuto 2)…
Ostia Íker, ibas de fábula y vas
y la jodes al final acuñando eso de que la
concienciación animal está muy bien pero que es una pena que sea en detrimento
de los niños… No Íker coño, no jodas, ¡eso no! ¡Qué película nos estás contando!
A ver, que nosotros no nos hacemos cargo de los animales a costa de dejar de
hacerles caso a los niños… Ostia que tú tienes hijos macho y no creo yo que el
hecho de estar cuidando ahora de dos gatos les reste tu progenie ni un ápice de
cariño o atenciones.
Sé que tu intención no era mala,
que os habéis involucrado con la crianza de los felinos y que probablemente
solo por eso no debería estar yo hoy escribiendo esto, pero ¿sabes qué ocurre?,
que no nos haces ningún bien declarando que la concienciación animal tendría
que dejarse a un lado hasta que todos los niños del mundo mundial tuviesen sus necesidades físicas y afectivas
cubiertas.
No nos haces ningún bien porque
eso es como decirnos que hasta que no se resuelva el hambre en el mundo no
deberíamos alimentar a nuestros animales… Respetar a los seres vivos es una
educación que todo niño debería recibir. Tomar conciencia de los derechos de
los animales los hará más responsables y empáticos con las personas. Nuestro
trabajo es compatible con el cuidado de la infancia.
Nosotros no nos hacemos cargo de
los animales porque odiemos a los niños, sino porque mientras que las distintas
administraciones se han ido concienciando de la necesidad de garantizar el
respeto y bienestar de las personas, los animales han quedado fuera de los
distintos marcos de convivencia trazados. Hacemos lo que la administración no
quiere hacer, pero no a costa de quitarle a ningún humano, niño o adulto, la
atención que requiere y se merece.
Los nuestros Íker, son objetivos
compatibles, respetar y cuidar a los animales, no significa despreciar o
degradar a las personas.
Por favor, no simplifiquéis el
discurso a términos tan absurdos como ese: Niños
bien, animales, sí pero… No mezcléis churras con merinas. Todos los seres
dependientes, sean humanos o animales, merecen ser tratados con dignidad y
consideración y cada uno de ellos tendrá unas entidades distintas encargadas de
gestión, o ¿es que alguna vez le habéis dicho a las residencias geriátricas,
que hacerse cargo de los ancianos está bien, pero que qué pasa con los niños?
Pues lo dicho, insistimos, querer
y cuidar de un animal es compatible con querer y cuidar otras personas.
No nos rebajéis a nosotros ni a
nuestra causa insinuando que cuidamos de los perros porque no nos gustan los
niños.
P.D. Para seguir deshaciendo amigos con la facilidad que nos
caracteriza nos hemos abierto una cuenta en Twitter: @Yeswecanandcat Estáis cordialmente invitados a
participar J