Mi amigo Rosky nos ha dejado sin despedirse; simplemente una tarde no quiso salir, se volvió a su cama y se fue al cielo de los perros. Rosky tenía 18 años, era el veterano del grupito de vecinos, y sabía andar suelto por la calle, porque cuando él era cachorro, los perros todavía andábamos por los pueblos a nuestro aire, sin correa, y nunca le acabó de convencer eso de ir sujeto. Era un perro simpático, sociable y pizpireto, que siempre estaba dispuesto a recibir un premio, una galleta, un trozo de salchicha... Y ahora ya no está, y le echamos de menos, sobre todo Go, su compañero hermano, habituado a estar con él a tiempo completo y por supuesto, sus humanos. Tuvo una buena vida, y se fue sin hacer ruido, sin despedirse. Quizás volvamos a encontrarnos, compañero.
La incontinencia urinaria es un problema que afecta a muchos perros especialmente cuando son mayores, aunque también puede aparecer en perros jóvenes por distintas causas. Por ese motivo, cuando notamos que un perro pierde orina de manera involuntaria, es importante identificar la causa para poder proporcionarle el mejor tratamiento. Entre las razones más comunes están las infecciones urinarias, los problemas neurológicos, la debilidad muscular y los desequilibrios hormonales. En hembras esterilizadas, la incontinencia puede deberse a la falta de estrógenos, lo que provoca debilitamiento en el esfínter de la vejiga, una condición llamada "incontinencia de esterilización". Un artículo de Parker y Browne (2015) muestra que la suplementación con hormonas y algunos medicamentos pueden ser muy efectivos en estos casos, pero claro está siempre que su administración se realice bajo supervisión veterinaria. ¿Qué hacer si tu perro tiene incontinencia? Consulta al veterinario : El es...