ACTIVIDAD EN EL ALBERGUE DE SERIN, ABANDONOS Y ADOPCIONES DE
ANIMALES DE COMPAÑÍA.
Durante los primeros seis meses del año, el albergue
municipal de Gijón, sito en Serín, ha recogido un total de 414 animales
abandonados, de los que la mayoría son perros, 302 en total, y también 111
gatos y un conejo.
Por suerte para algunos de ellos, sus familias los reclamaron
y pudieron volver a su hogar, esto ha sido así para 18 gatos y 186 perros,
quedando los restantes en adopción.
A 30 de junio se habían adoptado un total de 136 animales,
los afortunados fueron los tres conejos que residían en la gatera compartiendo
espacio y juegos con los gatos recogidos y que residen allí hasta su adopción.
También fueron afortunados los 95 perros y 38 gatos que
encontraron un nuevo hogar.
Aunque la cifra de adoptados, 136, es muy esperanzadora, la de abandonados es mucho más alta, un total de 210 animales abandonados (116 perros, 93 gatos y 1 conejo) y explica la creciente población del albergue, además de reflejar el problema que en todo el país suponen los abandonos.
Aunque la cifra de adoptados, 136, es muy esperanzadora, la de abandonados es mucho más alta, un total de 210 animales abandonados (116 perros, 93 gatos y 1 conejo) y explica la creciente población del albergue, además de reflejar el problema que en todo el país suponen los abandonos.
Por desgracia hay que lamentar algunos fallecimientos, ya
que en el albergue se practica el sacrificio cero hay perros muy ancianos, en el caso de los gatos se debe sobre todo a camadas
indeseadas que tiran a contenedores de basura cuando aún necesitan de su madre
para sobrevivir, y aunque las casas de acogida se esfuerzan al máximo para
intentar que sobrevivan, suelen estar demasiado débiles para conseguirlo. A los
bebes hay que añadir algunos gatitos víctimas de accidentes y atropellos que
tampoco sobrevivieron a sus lesiones.
Son estos animales que no han conseguido una nueva
oportunidad los que más nos duelen, nos gustaría conseguirles una buena vida
para todos, pero es imposible. Hasta que las administraciones no asuman su
responsabilidad en el control de camadas indeseadas, hasta que los particulares
no asuman su responsabilidad en evitar que las hembras queden preñadas, las
protectoras nos veremos abocadas como siempre a intentar secar el mar con un
canasto, porque así es como nos sentimos ante el grave problema del abandono.
Si bien es cierto que Gijón tiene uno de los servicios para
animales abandonados puntero en Asturias y imitado en el resto de España, no es
menos cierto que se carecen de protocolos de prevención del abandono, paliando
el problema en lugar de prevenirlo que sería lo propio a través de campañas de
concienciación, vigilancia de la identificación, prohibición y persecución a
aquellos que crían sin tener acreditación alguna para ello, etc. etc. En resumen, que el problema del abandono es un problema de todos y que todos debemos trabajar para conseguir erradicarlo, cada uno en su lugar y sin que nadie haga dejación de sus responsabilidades.