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NO SOY UN REGALO



NAVIDAD: LOS PERROS NO SON JUGUETES (AUNQUE PAREZCAN PELUCHES)


En estas fechas tan entrañables, que diría aquel, es frecuente que muchos de nosotros nos planteemos regalar un perro o gato a algún familiar o amigo.




Antes de llevar a cabo esta decisión, es importante que nos paremos a pensar que simplemente el hecho de regalar un animal, lleva implícito cosificarlo. Es decir, los perros o los gatos, no son un “objeto” decorativo en nuestras vidas. Está claro que su presencia puede ser un regalo para quien los recibe, pero no debemos plantearnos su tenencia como una simple adquisición.

Por este motivo desde la Fundación Amigos del Perro, recomendamos que sean los propios “regalados” quiénes se encarguen de las gestiones de adopción de los animales para que desde el primer momento la persona que va a encargarse del perro o gato se responsabilice del mismo.





Navidad es la época en la que los cachorros “recién estrenados” copan nuestras calles.
Esos peluches motorizados se convierten en el regalo ideal de muchas familias, pero ¿nos hemos parado a pensar bien lo que supone tener un perro? Muchos niños ansían tener una mascota con la que compartir sus días, y verdaderamente los animales pueden ser de gran ayuda para desarrollar el sentido de la responsabilidad de los niños. Pero los adultos deben tener en cuenta, que ellos también van a tener que colaborar en su tenencia. Debemos ser conscientes de que el animal va a compartir con nosotros muchos años de vida.

Si ya has decidido que este año nuevo queréis ser la familia y uno más, échale un ojo a las cuatro líneas que vienen a continuación.




Sin querer entrar en el debate de la compra de animales, vamos a recordar los beneficios de la adopción frente a la compra:

— No comprarías un amigo, ¿por qué comprar un perro?

— Buscas un perro guapo, ¿quién te dice que no vas a encontrar un animal de gran belleza en una protectora?

— Quieres que el animal sea un cachorro. Adelante, ¿sabes cuántas camadas no deseadas acaban en la protectora? Hay montones de cachorros deseando criarse en un hogar.

— Quieres asegurarte de que el animal está sano. Las protectoras hacen un seguimiento muy estricto de la salud del animal, y en ningún momento te darán en adopción un animal enfermo. Esta situación puede no ser así en caso de adquirir un perro en una tienda o en un criador ilegal.

— Buscas una raza concreta. De acuerdo, aceptamos barco, pero ¿quién te dice que la raza que buscas no está en la protectora? Te sorprenderías de la cantidad de animales con pedigrí que acaban con sus huesos en una jaula porque alguien de modo irresponsable adquirió un perro sin tener muy claro lo que conllevaba.

— Los trabajadores y voluntarios de la perrera, conocen el carácter de los perros que están en las protectoras y pueden asesorarte de cuál es el animal que más se adaptaría a tu estilo de vida. La adopción, es al fin y al cabo un proceso totalmente personalizado, no “estándar” como la compra. Recuerda que no todos los perros son iguales, igual que no todas las personas lo somos.

— Por último recuerda que los animales que te esperan en la protectora, están deseando tener una familia a la que darle todo el cariño que les cabe dentro, que son animales socializados, por lo que no tienen problemas de convivencia con otras personas o animales.

No tienes excusa, esta Navidad si quieres aumentar la familia, no lo dudes: No compres, adopta.


María y Javi







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