Cuando sacamos de paseo a
nuestro perro queremos disfrutar de su compañía y que él disfrute de la
nuestra, al mismo tiempo que se relaciona con otros perros y nosotros con otras
personas.
Se ha demostrado que tener
perro incrementa las relaciones sociales y en determinados colectivos resulta
determinante para evitar situaciones que pueden derivar en depresión, como
podemos ver en esta publicación de las Universidades de Alabama A&M y Auburn. En esta línea, diversas entidades sin ánimo de
lucro ofrecen programas de terapia asistida con perros a colectivos en riesgo
de exclusión social, como la Cruz Roja, la Fundación Carla Bellmunt,
y la Fundación Amigos del Perro.
Pero ¿qué necesitamos para
pasear a nuestro perro? Para mí hay varias cuestiones de mucha importancia, una
es la elección de la correa, nada de flexis, una buena correa como máximo de
dos metros de largo, que permita que el perro esté con nosotros y que podamos
controlarlo en situaciones de riesgo: vehículos, otros perros que puedan ser
agresivos, o simplemente desconocidos, personas que no desean que se les
acerque, etc.
Un buen collar bien
colocado, es importante sobre todo la colocación, tendemos a llevar los
collares muy flojos, por miedo a que les hagan daño o los ahoguen, y luego está
el propietario que lleva el collar ahorcando al perro cuando tira.
Ambas situaciones son
malas para el perro. En el primer caso, si se asusta, puede sacarse el collar y
salir huyendo, perdiéndose, o bien sufriendo un accidente, pues no sería el
primer perro que se saca el collar, asustado por algo, y sale a la carretera,
siendo atropellado y falleciendo. Vamos a evitar esta situación... ¿Cómo?
Comprobando la holgura del collar: cuando pongamos el collar a nuestro perro y
lo cerremos, meteremos nuestra mano entre el collar y la piel del mismo, el
collar estará bien colocado si podemos meter sin apretar dos dedos, máximo tres
de nuestra mano entre el collar y la piel. Más de eso, nos podríamos encontrar
con situaciones desagradables.
Igualmente es malo para el
perro utilizar collares que ahorcan, muchas personas tienen la idea equivocada
que si el perro se ahoga no tirará con tanta fuerza y eso no es cierto, porque
muchos perros tienden a intentar escapar de aquello que les molesta tanto, y
tirarán más durante los paseos, así que, si queremos que nuestro perro no tire
durante el paseo, ¡¡deberemos educarlo, no ahogarlo!!
Aparte de esta reacción
bastante normal en los perros que llevan collares que les ahogan, suelen estar
más nerviosos, y pueden sufrir lesiones importantes en la tráquea, así que por
la salud de su perro, ¡¡no lo ahogue con el collar!! ¡¡Edúquelo!!!
Otros accesorios
interesantes en los paseos es llevar algún juguete que le guste, para que
juegue con nosotros, y que desde el principio entienda que la mayor “juerga” la
tiene a nuestro lado, esto es muy importante para la educación en no tirar de
la correa, en la llamada, etc. Lo que no quita que le guste jugar con otros
perros, sencillamente con nosotros tiene que divertirse más.
También es interesante
llevar unas pocas galletitas, pienso, salchichas cortadas en trocitos, etc.,
para premiarle si vamos aprovechando el paseo para enseñarle cositas, por
ejemplo, si vamos a cruzar una calle, y el perro se sienta a nuestro lado hasta
que volvemos a caminar, le damos un premio, y eso reforzará un comportamiento
que al perro le resulta natural y que a nosotros nos gusta que realice.
Y para finalizar, no
olvidar nunca el tema de la higiene, hay que llevar bolsas para recogida de
heces y depositar las mismas en una papelera o en la basura. El resto de
ciudadanos no tienen porqué sufrir el ver las calles y prados sucios porque
nosotros seamos unos dejados en este aspecto.
Lola Moreno
Educadora canina y
Entrenadora de perros de trabajo y utilidad acreditada por el Principado de
Asturias. Presidenta de la
Fundación Amigos del Perro del Principado de Asturias.
Nota: Todas las fotografías son de paseos con perros en adopción, tutelados por la Fundación Amigos del Perro y guiados por sus voluntarios.