Hace un par de semanas, en el
blog de Melisa Tuya en 20 minutos visualicé por primera vez la nueva campaña,
que la Fundación Affinity publicó con motivo del Día de los Animales. Se titula
No son una moda, y a través de la
misma se pretende concienciar acerca de la ligereza con la que con la que a
menudo adquirimos una mascota. Elegir al perro o gato con el que vas a
compartir vida y espacio por su aspecto en lugar de por su carácter y o
necesidades, no deja de ser un error o incluso una frivolidad, ya que seguimos
los mismos criterios estéticos para su elección que si se tratase de unos zapatos
o chaqueta, es decir, los cosificamos y tratamos como una tendencia más de
quita y pon.
Antes de que alguno se rasgue las
vestiduras, vaya por delante que todos nos guiamos en un principio por
criterios estéticos. Yo la primera que tengo preferencias, como todos, aunque a
base de dejar que otros decidan mis ahijados por mí, (estoy hablando de ti
Silvia... J)
he conseguido que mis prejuicios animales se suavicen, sirva como muestra un
botón: he de reconocer que hace años no les tenía yo mucha estima a los bóxer (manías
personales por experiencias también personales) y me disgustaban especialmente
los animales atigrados, bueno, pues en esas estaba yo hasta que un día llegando
al albergue me sacaron al que sería mi siguiente ahijado y cuando se abrió la
puerta del box, vi aparecer un enorme cachorro atigrado en la que se
identificaba perfectamente una ascendencia de bóxer… se llamaba Paco, me enamoré
tan profundamente de él, que desde entonces los atigrados son mis preferidos y
me guardo muy mucho de escupir para arriba, para que no me vuelva a caer en los
morros…
Volviendo al reclamo de Purina,
no querría tampoco que se diesen por aludidos los dueños de una raza concreta,
puesto que tener un perro de raza y no un chucho chusquero, no significa
necesariamente que se haya adquirido por frivolidad. En muchos casos se trata
de una elección meditada ya que se buscan en una determinada raza, unas características
específicas.
Lo que se intenta señalar desde
Affinity es que mientras un porcentaje de los abandonos siga basándose en el
carácter del animal, puede que sea un error fundamentar la elección de un nuevo
compañero únicamente en valores estéticos. Al igual que ocurre con las
relaciones humanas, la relación con un animal, no debería sustentarse
únicamente en el físico, sino que deberían ser fruto de una decisión más
concienciada, pensad que si acogéis un perro desde cachorro pasará de media con
vosotros unos 12 años… Hay matrimonios que no duran tanto… ¿escogerías a tu
pareja porque te combina con el último bolso que has comprado o porque hace
juego con la nueva tapicería del coche? ¿Verdad que no? ¿Basas tus relaciones
de amistad en un criterio estético?, ¿seleccionas a tus amigos únicamente entre
aquellos que hacen juego contigo? Estoy segura de que no es así, Affinity
intenta poner estas situaciones de manifiesto y hacer que dejemos de escoger a
nuestras mascotas, únicamente por su físico.
Tenéis la campaña completa aquí:
Os
invito a visitarla si no lo habéis hecho ya porque verdaderamente dan en el
clavo.