Los parques o zonas para
perros son una estupenda oportunidad de disfrutar sin correa, correr, saltar,
jugar con otros perros, perseguir una pelota o un frisbee y hacer vida social, y
de paso tú también harás ejercicio y disfrutarás del aire libre. Pero hay
ciertas reglas básicas que debes conocer.
1. Antes de entrar y soltar
a tu perro, observa el parque. Elige una zona donde haya perros de tamaño
similar al tuyo; es más fácil que jueguen entre ellos y también más seguro: los
perros grandes pueden lastimar a los pequeños sin querer. Si hay perros
conocidos con los que tiene buena relación, ve con ellos. Aléjate de las zonas
donde observes que hay perros a los que sus dueños no están vigilando
adecuadamente, en especial si su comportamiento te parece dudoso.
2. Asegúrate de que tu perro
atiende tus instrucciones verbales; si no es así, enséñale a hacerlo antes de
ir a ningún parque o dejarlo suelto en espacios abiertos. Por su seguridad y tu
tranquilidad. Recompensa las conductas apropiadas y reprime las inapropiadas.
Educa siempre en positivo: si premias los “aciertos”, sea con palabras,
caricias o algo comestible, tu perro tenderá a repetir esas conductas, y a abandonar
las que no obtienen recompensa.
3. Ante cualquier conato de
pelea, tendrás que intervenir de inmediato, así que mantente atento y cerca.
Procura que no se acerque a todo correr a perros que no conoce, mejor si os quedáis
a una distancia prudencial para ver cómo evoluciona la situación.
4. Si tu perro tiene algún
problema de conducta o es poco sociable, averigua los horarios en que hay menos
perros en el parque y búscate una zona vacía, mejor si es al fondo, donde
puedas ver si alguien se acerca con tiempo para reaccionar.
5. Lleva bolsitas y úsalas.
Sí, también en la hierba tienes que recoger los excrementos de tu perro. ¿A ti
te gustaría pisar los ajenos cuando vas paseando, o que la pelota caiga justo
en medio? Pues eso.
Y ahora que ya lo tienes claro... ¡a disfrutar!