Ángeles, Geli, es una de las voluntarias de Amigos del Perro que todos conocemos. Está ahí, en los paseos y desfiles, en los eventos, en el albergue, regalándoles su tiempo y su esfuerzo a los que más lo necesitan.
¿Qué
haces?
Soy voluntaria en la Fundación Amigos del Perro. Intento
mejorar un poco sus vidas, paseando con ellos, sociabilizando a los más miedosos,
llevándolos a eventos y desfiles donde pueden tener más oportunidades para ser
adoptados. Luego está la parte emocional. Hay alegría, tristeza, rabia, ternura
e impotencia.
¿Por
qué lo haces?
Porque es imposible no implicarse. No puedes ir, ver y
no volver. Mucha gente no lo entiende, es pensar que si vas ese día salen de
sus jaulas, ese día van a tener un baño, una caricia, un viaje en coche, un día
en la playa, una salida al monte.
¿Por qué? por todo esto.
¿Qué
consejo darías a los nuevos voluntarios?
Que se informen sobre la problemática del abandono y
todo lo que conlleva, y si se deciden, van a tener una mezcla de sentimientos, pena,
rabia, impotencia pero sobre todo alegría, emoción, ternura. Cuando se da el
paso ya no hay vuelta atrás.