Experiencia en el cuidado y control de colonias felinas
Nunca había
tenido gatos ni mostrado demasiado interés por ellos como mascotas, por lo que
cuidar de gatos asilvestrados llegó de forma imprevista e involuntaria. Hace
unos cuantos años nuestro vecino daba de comer de vez en cuando a unos gatos
pero el vecino ya no está, así que en casa cogimos el testigo y seguimos
alimentándolos.
Al principio, nos limitábamos simplemente a
sacarles comida en una parte del jardín una vez al día e iban apareciendo poco
a poco. Eran habituales dos gatas, Michi y Piojosa (no somos muy originales con
los nombres), que parecían bastante jóvenes y el primer año una de ellas tuvo
una camada de cuatro gatos. A partir de entonces, poco a poco, ya empezamos a
involucrarnos más en la vida y andanzas de los felinos.
En primer lugar,
las curas. Uno con algo atascado en la boca que no le dejaba comer, otro con un
plástico enredado en el cuerpo, otro con una herida enorme en la cara…
Estos
gatos no han tenido contacto con humanos más que cuando nos ven darles la
comida, así que teníamos que ingeniárnoslas para poder ayudarles. A cambio,
ellos mantienen a las alimañas a raya. En todo este tiempo no he visto ni un
ratón y los topos se han mudado, así que volvemos a tener jardín en lugar de
una colección de madrigueras.
Después llegaron
los biberones. Nos encontramos 2 cachorros de alrededor de 1 semana
abandonados. Los acogimos con pocas esperanzas de que sobrevivieran e
intentamos buscarles casa. ¡Nosotros que no teníamos ni idea de gatos! Esa
época nos la pueden convalidar por un máster en mininos. Solo uno sobrevivió y
se quedó en casa, entonces nos dimos cuenta de lo obvio; o empezábamos a
esterilizar o se nos iba de las manos.
Y en esas
estamos, intentando atrapar, esterilizar y devolver los gatos a su colonia. En
el caso de los que ya tienen unos meses o son adultos no podrían ser adoptados,
se han criado en la calle y no tienen contacto con humanos. Cuando alguna gata
ha tenido camada, intentamos buscarles una casa pero es TAN difícil que la
opción más recomendable y también más saludable para los gatos es
esterilizarlos.
Aunque esto no
es lo único que hacemos, ya que al vivir en la calle estos gatos están
expuestos a toda clase de riesgos y a veces hay que llevarles al veterinario,
intentar desparasitarlos para que no se llenen de garrapatas…
Susana González Tuya