Hoy no vamos a hablar de animales. Me vais a permitir esta licencia pero
después de más de un año solicitando a distintos dibujantes el uso de algunas
de sus imágenes para ilustrar nuestra causa, me siento literalmente en deuda
con esta profesión que tan generosamente nos ha cedido la reproducción de sus
trabajos.
No voy a entrar a comentar el atentado del miércoles sobre el que tantos
ríos de tinta se han vertido. Solo quiero rendir este humilde homenaje a todos
los fallecidos, porque como comentaba alguien uno de estos días, Charlie Hebdo
ha dejado huérfanas a dos generaciones de franceses quiénes han sentido como la
semana pasada se les arrancaba una parte de su historia.
No tengo nada más que decir. Bueno sí, un pequeño pero necesario inciso: un
abrazo fuerte a la comunidad musulmana que ha rechazado de pleno el atentado,
porque efectivamente relacionar a algún dios, sea el que sea, con el fanatismo,
no deja de ser utilizar su nombre en vano.
Je suis Charlie