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RELÁJATE Y DISFRUTA



Tu perro no es un robot, ni siquiera un autómata. Es un ser vivo, y sus respuestas son las lógicas en cualquiera con un mínimo de libre albedrío. 

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Salvo que estés adiestrándole para una exhibición o competición, que tienen sus propias reglas y formas de hacer las cosas, lo que te interesa es que tu perro obedezca de buena gana en lo básico: esperarte, venir cuando le llamas, estarse quieto en donde le digas... Todas cuestiones útiles y necesarias en la vida cotidiana, y que evitarán problemas, inconvenientes y accidentes.

Para conseguirlo hay muchas técnicas, siempre desde una orientación positiva, de premio y recompensa y nunca de castigo. La idea es que aprenda divirtiéndose, como si fuera un juego, y que luego, en la “vida real”, actúe también con agrado y no forzado. Será mucho más fácil si resulta agradable para los dos, así que... ¡relájate y disfruta!

Puedes practicar las técnicas sencillas que hemos visto sobre como enseñarle a sentarse, a tumbarse, o a rodar sobre sí mismo. (Pincha en cada frase para leer el artículo.)

Así conseguirás un perro feliz y equilibrado, que camina a tu lado porque quiere hacerlo, porque se siente bien haciéndolo, no por miedo a lo que le harás si te desobedece. Eso sería muy triste, y además, te convertiría en un tipo de persona que, seguramente, no quieres ser, ¿verdad?




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