LA
FUNDACIÓN AMIGOS DEL PERRO PRESENTA EL PROTOCOLO VIOGEN PARA AYUDAR A LAS
VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO Y VIOLENCIA DOMÉSTICA QUE TENGAN ANIMALES DE
COMPAÑÍA
La problemática del
maltrato en el entorno doméstico se agrava y alarga en el caso de que haya
animales domésticos, dado que las víctimas son reacias a abandonarlos en manos
de sus maltratadores, que descargan sobre ellos su violencia y los utilizan
como rehenes en el chantaje emocional a la víctima.
A esta situación se une el
hecho que las casas de acogida para personas víctimas de violencia doméstica o
de género no admiten animales y estas víctimas en ocasiones siguen aguantando
la situación de violencia al no ver una solución para su perro o su gato.
Conscientes de esta
situación, la Fundación Amigos del Perro establece un protocolo denominado
VIOGEN, en cooperación con las distintas autoridades implicadas en la lucha
contra la violencia de género y doméstica.
Este protocolo, que se
llevará a cabo en los concejos de Langreo y Gijón, ya que es en estos donde la
entidad gestiona los albergues de animales abandonados, dará una solución a las
personas que tengan que abandonar su hogar por un problema de maltrato.
A través de este
protocolo, las autoridades podrán contactar con la Fundación Amigos del Perro,
para poner en marcha las actuaciones que concluirán con la salida del animal
del entorno violento y su alojamiento en las instalaciones municipales.
Este alojamiento y todos
los cuidados que requiera el animal durante el período que su propietario o propietaria
necesite para organizar su vida serán de carácter gratuito. En el momento en el
que la víctima esté de nuevo en condiciones de recogerlo, le será entregado sin
ningún tipo de coste para ella.
La Fundación Amigos del
Perro iniciará una ronda de reuniones durante el mes de enero de 2015 con las distintas
autoridades que coordinan estas cuestiones tanto a nivel privado como público a
fin de que el protocolo sea operativo cuanto antes.
Este tipo de servicios los
viene desarrollando Amigos del Perro desde hace casi diez años, aunque hasta
este momento no se plantea la necesidad de estructurar las actuaciones y
coordinarse con los servicios de atención a la mujer, con los cuerpos de
policía y resto de autoridades.