Porque la vida a veces da vueltas de campana y sabe dios donde podemos acabar en los días que nos restan.
Porque en lo que a nuestra
existencia se refiere, la suerte tiene a menudo la última palabra.
Porque me impacta que haya quien
no tiene más que el suelo que pisa.
Porque mi perrodependencia hace
que me identifique con las personas que en la calle solo se ven acompañadas por
un chucho.
Porque muchas veces no somos
capaces de tener un mínimo de compasión con ellos. Porque a menudo queremos
despojarles de su único afecto después de que el azar les haya arrebatado el
resto.
Porque son invisibles, como los
perros en los albergues.
Por todo ello y mucho más, voy a
seguir hablando de penurias. Voy a contaros la historia de Brandy y Chris.
Chris y Brandy |
A raíz de la entrada dedicada a
los sin techo y gracias a mi compañera y amiga Lelia, descubrí que no había
sido ni la primera ni la última en estremecerse y enternecerse ante la relación
que se crea entre quienes lo han perdido todo y quienes no tienen más que a su
dueño.
Por fortuna o por desgracia, no
soy la única a quien ha impactado esta simbiosis entre perro y humano, y ya
allá por el 2007 se creó en Flickr un grupo dedicado a los indigentes y sus
mascotas.
Entre los cientos de imágenes que
inundan esta red, destaca la historia de Chris y Brandy.
El fotógrafo que subió a Flickr
su retrato, se quedó impresionado con el estrecho vínculo afectivo que existía
entre el animal y su dueño.
A mí me conmueve la parte en la
que verbaliza lo que el chico le explicó y se intuye a través de las imágenes:
“Chris me dijo, que su perro
Brandy, era todo lo que él tenía en este mundo. El último perro que había
poseído, le había sido requisado por la policía porque no tenía la tarjeta de
identificación o la licencia del animal.”
“Es irónico, porque Chris había
salvado al perro cuando siendo cachorro había recibido una paliza y lo habían
arrojado a la calle desde una habitación de hotel. Chris, desde la calle,
sentía al cachorro llorar al ser maltratado y golpeado repetidamente. Lo oía
desde la cercana arboleda bajo la que se había refugiado para pasar la noche. Chris rescató a Brandy y en
recompensa Brandy ha salvado a Chris.”
La foto fue subida a Flickr en
2007 y ha recibido desde entonces más de 10.000 visitas.
No es desde luego la única cara
agridulce de esa realidad a veces tan desagradable. Visitando esta página aún
sin conocer más historia que la que te transmite una buena fotografía, no puedo
más que percibir un afecto y un agradecimiento recíproco.
La ternura de algunas imágenes es
palpable más allá de la pantalla del ordenador y curiosamente me hace pensar en
una relación a la inversa de la que yo tengo con mi perra. Ella nos adora
porque nos considera sus rescatadores, por el contrario muchos de estos animales
son idolatrados por las personas a las que acompañan, porque para ellos son los
verdaderos redentores. Esto probablemente sea así porque sus perros son los
únicos por los que no se sienten juzgados, los que no les reprochan nada, los
que los quieren por ser quienes son, y/o a pesar de quienes sean.
La fidelidad tiene dos caras en
estas relaciones. Cuanto más los observo, más me reafirmo. No creo que estemos
capacitados para juzgar ese vínculo afectivo más allá de los estándares fríos y
lineales de la economía.
No considero que separándolos le
hagamos ningún favor al perro, y doy por descontado que le haremos daño al
humano.
Creo que lo razonable, por el
bienestar de ambos, es insistir en la concienciación social. Los animales no
son solo animales. Son familia, amigos, compañeros, todo en uno. Una sociedad
que entienda este precepto, que comprenda cuán importante es el perro para su
amo, entenderá la necesidad de no separarlos, la urgencia de habilitar centros
en los que cuando una persona se encuentre vendida no tenga que renunciar a su
perro.
Pero también entenderá que las
personas quieren viajar con su perro, pasear con su perro, envejecer con su
perro. Que cuando alguien enferma y tiene un animal a su cargo, necesita tener
una opción B para él. Que cuando un anciano ya no puede valerse, necesita más
que nunca el consuelo de su perro. Que cuando no tienes una casa, a veces, tu
perro es el que conforma tu hogar.
Todas las imágenes han sido
extraídas de:
https://www.flickr.com/groups/447062@N25/pool/
La historia de Chris y Brandy la
hemos completado con una traducción más libre que literal de:
https://www.flickr.com/photos/walkadog/1671620358/in/pool-447062@N25/
Esperamos no haber infringido
ningún copyright.
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