No pudo ser… Me hubiese gustado
escribir un post titulado “Como criar gatos a biberón y sobrevivir en el
intento”, pero para mi desgracia los que no sobrevivieron fueron mis cuatro
dragoncillos.
Quién nos iba a decir a nosotros
que las crías de gato iban a ser más delicadas que las de pájaro, pero así ha
sido. Uno tras otro, mis pequeños cachorros han ido cayendo presa de la
enfermedad… Primero fue Pinón, luego Mingo, después Telva, y hoy por la mañana
ha sido la pequeña Teresa la que ha empezado a mostrar los síntomas que se
llevaron por delante a sus hermanos… Estoy adelantándome a los acontecimientos
y escribiéndole un panegírico mientras aún respira, pero hay que ser realistas,
y aunque aún albergue la esperanza de un pequeño milagro, lo cierto es que los
veterinarios no le dan muchas posibilidades de supervivencia… Es una lástima,
lo siento por ellos y por mí, pero no siempre se puede tener finales felices…
Como hemos podido comprobar en
nuestras propias carnes, los gatos bebés son muy delicados. Entre sus cuidados básicos destacan tres:
1.
Es imprescindible que se mantengan calientes
puesto que no regulan su propia temperatura y la hipotermia supone un riesgo
más elevado incluso que el hambre. Para ello se recomienda que tengan una
fuente adicional de calor. Esto puede ser una bolsa de agua caliente, o una
manta eléctrica siempre y cuando ésta no esté en contacto directo con los
pequeños ya que podrían quemarse.
2.
Es necesario también que coman cada tres horas,
con lo que requieren de mucha dedicación. El biberón tiene que imitar la
temperatura de la leche materna, unos 38º, si está más fría no la tomarán, y si
está muy caliente podríamos escaldarlos. Es importante que la leche de
sustitución que se les administre sea específica para gatos en ningún caso
debemos alimentarlos con leche de vaca, puesto que su sistema digestivo no lo
toleraría.
3.
Otro de los cuidados necesarios para garantizar
su bienestar es ayudarles a orinar y defecar, ya que no pueden hacerlo por sí
mismos. Es la madre quién los estimula con su lengua, y para sustituirla lo
mejor es utilizar una toallita o un algodón húmedo en la zona genital, y
limpiarlos con toallitas de bebé, para evitar que sus cuerpos se humedezcan.
Siempre tienen que estar secos para que su temperatura corporal no descienda.
Para nuestra desdicha, aún con
todo el cuidado del mundo, como su sistema inmunológico está muy debilitado y
son muy sensibles a distintas enfermedades, seguir a raja tabla estas
indicaciones no garantiza su supervivencia.
Pueden verse aquejados de
distintos males: anemia infecciosa felina, leucosis, calicivirosis,
clamidiasis, coriza, inmunodeficiencia felina, leucemia felina, panleuconia
felina, peritonitis infecciosa felina, rinotraqueítis felina, tifus… Son
demasiadas amenazas para unos animalitos tan indefensos que además por su corta
edad no pueden ser vacunados.
Los primeros síntomas que
manifiestan son una apatía general, sus movimientos son más lentos y el más
significativo es la falta de apetito. Cuando el gatín rechaza el alimento es
sinónimo de que algo va mal y que requiere de atención médica.
Pese a todos nuestros esfuerzos y
a los del equipo veterinario que los atendió, no fue viable sacarlos adelante.
Mis chiquitines se fueron
apagando poco a poco, pobrecillos, yo tenía para ellos muchos planes,
visualizaba sus fotos de gatitos adorables e imaginaba los increíbles salones
en los que iban a reinar… Voy a borrar sus fotos, porque me muero de pena de
pensar que se me murieron sin que yo pudiera hacer nada por evitarlo…
Maktub. Estaba escrito.
No pudo ser… La próxima vez será.
Si alguno de vosotros se ve en la
situación y tiene dudas de los cuidados que tiene que dispensarle a una camada
huérfana, aquí os dejo el enlace a una guía creada por la Asociación Protección
Felina:
Es de libre distribución y muy
completa, a nosotros nos sirvió de mucha ayuda para resolver muchas de las
cuestiones que nos iban surgiendo sobre la marcha.
Os deseamos toda la suerte del
mundo, toda la que nosotros no tuvimos.
¡Ánimo, cuando salen adelante es
una delicia verlos crecer!