La semana pasada hablábamos de
aquellas pequeñas cosas que los dueños podemos hacer para detectar enfermedades
tempranamente en nuestros animales, pero además de las evidencias físicas, hay
otro tipo de alteraciones en el comportamiento de nuestros compañeros animales
que serán de gran utilidad para completar el diagnóstico del veterinario:
Indicadores:
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Cambios en el movimiento o una postura muy
rígida: al caminar o realizar movimientos como echarse, levantarse, saltar o
correr, patas que no se apoyan, posturas difíciles o contracturadas… cualquier
alteración puede estar escondiendo un dolor e indicar que algo no es correcto
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Nivel de energía: Un animal más apático de lo
normal, solo podrá detectarlo su dueño, y es una sintomatología de que no se
siente bien
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Falta de apetito: si no se muestra interesado en
la comida, aún cuando lo que se ofrece es un bocado que suele volverle loco,
podemos estar ante un animal al que le ocurre algo…
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Exceso de hidratación, un animal que bebe con
más frecuencia de lo acostumbrado sin que haya una causa externa que lo
justifique puede ser un animal enfermo
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Ojos enrojecidos y pupilas exageradamente
contraídas o dilatadas tampoco son un buen síntoma
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Asearse de forma obsesiva una parte del cuerpo,
los animales tienden a lamerse o asearse las heridas por lo que aún incluso
cuando éstas no sean externas tenderán a lavar la parte aquejada por el dolor.
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Falta de aseo, en el caso de los gatos, es un
síntoma de apatía importante, por lo que es preciso tenerlo en cuenta a la hora
de observar su comportamiento
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Respiración agitada, fatiga, ahogo son otros
aspectos que pueden indicar que algo no va bien
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Agresividad: un animal dolorido puede volverse
agresivo si prevé que la mano que va a tocarlo va a producirle dolor
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Esconderse, y rehuir el contacto en animales
sociables sin que ruidos o presencia de extraños lo hayan asustado
Todas estas señales pueden
indicarnos que algo le ocurre a nuestro compañero, y las anotaciones que
presentes ante el veterinario pueden ser claves para su tratamiento y evolución,
por lo que no escatimes en detalles cuando lo visites. Eso sí, recuerda que
aunque la experiencia y la convivencia continua te ayuden a identificar
síntomas y enfermedades comunes, no somos médicos ni veterinarios por lo que es
mejor dejar la salud de nuestros seres queridos, humanos o animales, en manos
de profesionales J
Le hemos tomado la imagen
“prestada” al Instituto del perro, concretamente la hemos cogido de aquí: http://institutoperro.com/2015/los-perros-pueden-tener-dolor-de-cabeza/