SEGUNDO DÍA.- SABADO, 4 DE MARZO
Es necesario comenzar diciendo que una asume los primeros
días de una adopción como un continuo devenir de comida, agua, pis, paseos,
olisqueos, etc. etc. así que hay que armarse de PACIENCIA ¡¡¡y de una
fregona!!!, si además resulta que suelta pelo, que no falte la escoba,
recogedor... y el peine para ir retirando el pelo muerto antes de que acabes
viviendo en una especie de nube de pelos que se meten en la nariz y no paras de
estornudar ;)
Y esto, ¿por qué?
Pues porque Xona es un ser vivo al que le hemos cambiado los esquemas, ha
cambiado de residencia, no sabe muy bien si es para bien o para mal o para qué.
Está nerviosa, aunque no lo demuestra mucho pero es todo nuevo, necesita tiempo
para olerlo todo y hacerse a su nuevo hogar, con tanto estrés tiene mucha sed,
con tanta sed, bebe mucho… Yyyyyy… ¡¡¡esta mañana nos encontramos con el salón
y la entrada que era una enoooormeeee piscina de pis!!!
¡Venga! ¡A pillar a los ayudantes, cubo, fregona, agua y un
poco de vinagre para aliviar el olor y a ello! Abriendo las puertas de la casa
para que fueran saliendo las dos protas, Poppy y Xona, mientras yo echo quince
minutos achicando tanto líquido, poniendo chaquetón, cogiendo collares y
correas... Y mientras seca… de paseo.
Es nuestro segundo día en el parque así que comenzamos a
controlar un poquito esa cosa de quiero olerlo todo y ayer es tarde, de manera
que algunos noes después, Xona entendió que sin tirar de la correa se llega
antes. Nos cruzamos con varios perros de nuevo, ahora ya se paró, saludó, y
hasta dio la pata a sus propietarios que estaban encantados con la gigantona
tan dulce, mientras Poppy nos miraba en plan: las novedades es lo que tienen ;)
Tras el paseo, desayuno y reposo en el garaje, le dejo
abierta la puerta al miniprado que hay tras mi casa para que no se agobie si
quiere hacer más pis, y se queda dormitando.
Ahora les toca el turno a las gatas. A media mañana, con mis
felinas sueltas por la casa, busco a Xona a la que el concepto escalera aun le
cuesta y se mueve con muchísima prudencia en ellas, y así hago las
presentaciones con los miembros felinos de la familia. Claro que las
presentaciones serían más fáciles ¡¡¡si los felinos en cuestión no hubieran
desaparecido como si se los hubiera tragado la tierra!!!
Bien, dejo en paz a las gatas, que autogestionen ellas el
tema de presentaciones y Xona se queda, para variar, tumbada en el salón, no
conozco ninguna perra tan pancha, eso sí, ya empieza a seguirme por toda la
casa. Ya sabe donde está el cuenco de agua y que si va conmigo de vez en cuando
caen chuches, o sea como con Poppy que se sabe la lección a pies juntillas, yo
creo que se lo explican.
La tarde transcurrió plácidamente y el problema viene cuando
pienso qué hacer, me voy a cenar fuera y ¿donde se quedan éstas? Al final, me
puede la prudencia, dejo a Xona en la habitación del garaje, con su ajuar
(mantas, comedero, bebedero, etc.) y a Poppy en el salón con mis gatas que tras
la salida de Xona, van apareciendo por las esquinas.
Cuando regreso, me espero lo peor, algo así como el garaje
lleno de detritus, pero no. Contra todo pronóstico, Xona está resultando más
limpia y cuidadosa de lo que era de esperar. Así que recojo gatas para su
dormitorio, pongo cenas a las perras, y las saco a un último paseo a ver si
conseguimos que no haya otro desastre acuático en la mañana del domingo.
Xona queda suelta por la casa para que duerma donde
considere oportuno, abierta la puerta de acceso al garaje para que si quiere
pueda bajar a comer parte de la cena que ha dejado y con abundante agua por
todas las esquinas para que no pase sed en ningún momento, ya que los jadeos
continúan y continúa el beber un montón.
Así que… hasta mañana.