Este último fin de semana, tuve
la suerte de llevar a Ñeru al desfile que hicimos en la tienda animal de Parque
Astur.
Tras el obligatorio paseo de
desfogue del box, se mostró como un perro tranquilo, sumiso y cariñoso, que te
enseña la barriga para que le acaricies en cuanto te agachas y te sientas en el
suelo.
No está acostumbrado a montar en
coche, por lo que no parecía apetecerle mucho la idea. Como buen terrier si
algo no le gusta, se puede mostrar un poco terco. Pero como es muy bueno y tranquilo
y además no pesa demasiado, no fue nada difícil subirlo en brazos.
Una vez en la tienda animal se
mostró muy sociable con todo el mundo. No tuvo ni un solo mal gesto con
personas o perros. Todo lo contrario, estaba encantado de recibir mimos y socializar.
Cuando te paras a hablar con alguien, no se impacienta ni da tirones. Se tumba
tranquilamente en el suelo y espera pacientemente.
Durante el desfile vimos que le
falta acostumbrarse a entrar en sitios cerrados. Pero es que uno no tiene la
culpa de llevar en el albergue desde cachorro y no haber visto apenas mundo
exterior. Así que, al darle un poco de miedo entrar en la tienda, tuve que
recurrir al truco de hacerle entrar animándole a seguirme mientras aceleraba el
paso. Una vez dentro estuvo como Pedro por su casa, olfateándolo todo de forma
relajada. Por lo que es un pequeño miedo
que superará enseguida.
En definitiva, me parece un perro
estupendo con el que se congenia enseguida y que claramente se merece la misma
oportunidad que su hermana, con la que llegó de cachorro al albergue, y que fue
adoptada enseguida.