Dos de las gatas que han
pasado por mi vida padecían el Virus de la Inmunodeficiencia Felina (VIF). Serena,
adoptada en Adoptastur en el 2006 y ya fallecida, y Kitty, recogida en las
instalaciones de DuPont. Mucha gente tiene reparos a la hora de adoptar gatos
con inmunodeficiencia pero mi experiencia con ellas ha sido y es muy
gratificante. Por eso, y aunque no soy veterinario (a ellos hay que recurrir
siempre ante cualquier duda) me he decidido a escribir este pequeño artículo.
EL
VIRUS DE LA INMUNODEFICIENCIA FELINA
Como en el caso del virus
del SIDA en los humanos, el Virus de la Inmunodeficiencia Felina (VIF) ataca el
sistema inmunitario del gato debilitándolo en su lucha contra las infecciones.
Actúa de la misma forma que
el VIH humano, el virus se instala en los nódulos linfáticos y desde allí
empieza a afectar lentamente al sistema inmunitario de nuestro gato, aunque
éste puede permanecer asintomático por muchos años, incluso fallecer antes de
que el VIF se manifieste. No se puede precisar la velocidad con la que podría
evolucionar la enfermedad puesto que depende de múltiples factores como la
clase de cepa, las condiciones en las que vive el animal, su exposición a
patógenos, etc.
Es importante saber que es
un virus que es específico de los felinos y NO PUEDE CONTAGIAR a ninguna otra especie animal, ni humanos, ni
perros, ni otros animales corren peligro. Incluso para que se transmita a otros
gatos tienen que darse unas condiciones muy específicas.
La forma más habitual de
transmisión de VIF es por mordeduras
de un animal infectado a otro sano. El virus tiene que inocularse en sangre. La
convivencia diaria, compartir comederos, dormir juntos, acicalarse NO ES CAUSA DE CONTAGIO.
Otras formas de contagio
como de madre a feto o por transmisión sexual, aunque sí se han dado casos,
parecen tener mucha menor incidencia. Por tanto aquellos gatos que resultan más
propensos a infectarse son los machos no
castrados con acceso al exterior y, obviamente, los gatos y gatas callejeros.
Es decir aquellos envueltos en peleas territoriales o causadas por el celo de
las hembras.
César Rodríguez