Siguiendo con el tema pulgas. Hemos planteado la importancia
de la prevención para evitar males mayores, pero a veces aún con todo nuestro
cuidado tenemos que enfrentarnos a este ejército del averno. Si por desgracia
tienes la mala suerte de enfrentarte a una infestación de pulgas en casa, no
dudes en leer esta entrada.
Por descuido, mala suerte o una broma del destino, he tenido
que enfrentarme en dos ocasiones a la infestación por pulgas, y he de decir que
pese a su tamaño no son un enemigo pequeño. Las dos ocasiones, creemos que el
foco de infección vino de dos rutas por el monte, como un caballo de Troya
cualquiera introdujimos al enemigo en casa. Y ¿qué hacer cuando ya están
dentro? Lo cierto es que tras probar con múltiples remedios caseros como fregar
con vinagre (toda la casa parecía una enorme ensalada) o esencia de lavanda
(parecía que vivíamos en un ambientador de coche), lamento comunicaros que
ninguno de estos remedios nos funcionó y tuvimos que destinar todos nuestros
esfuerzos a la guerra química.
Las pulgas como decíamos, son una plaga prolífica, se calcula
que cada uno de los individuos puede depositar unos 10 huevos al día. Pero su
fertilidad no es la base del problema sino que es su ciclo vital el que las
convierte en grandes adversarios. Las pulgas pasan por cuatro fases:
-huevo
-larva
-pupa
-pulga
Y siento deciros que cuando la pulga está en fase pupa es
prácticamente indestructible. Es decir, existe en el mercado toda una gama de
productos destinada a exterminar las pulgas, pero (siempre hay un pero),
siempre y cuando que se encuentren en fase huevo, larva o pulga. La coraza de
la pupa, aún no ha sido atravesada por ningún químico. Esta fase en el ciclo de
las pulgas es el que las hace resistentes y sobre todo la que puede hacer que
nuestra guerra particular dure varias semanas o incluso meses. La pupa está
pensada para que el animal hiberne y resista un tiempo sin alimento. La mejor
forma de romper esta fase es pasar el aspirador (sí, sí, como lo estáis
leyendo). En ocasiones las pulgas ante un clima frío poco propicio pueden
permanecer en esta fase. Esta situación se da raramente en nuestros hogares
dado que la temperatura media durante todo el año puede garantizar la
supervivencia de esta plaga.
La pupa es un estado intermedio en el que la pulga espera
pacientemente a convertirse en adulto a que la climatología o la presencia de
alimento esté garantizada. Por este motivo suele recomendarse pasar el
aspirador para forzar a las pulgas a pasar a un estado adulto donde es
totalmente exterminable. Las vibraciones que este electrodoméstico provoca son
similares a la presencia de seres vivos, por lo que puede inducir a las pupas a
salir de su cascarón y convertirse en pulgas. Es por este motivo por lo que
antes de iniciar cualquier tratamiento se recomienda pasar varias veces la aspiradora.
Cuando tenemos pulgas en casa debemos extremar la limpieza
sobre todo en alfombras, mantas, colchones, sofás, y todo tipo de fibras que
pueden permitir anidar a estos parásitos. También debemos prestar especial
atención a los zócalos, o a las ranuras en los suelos de madera. Aunque como
decía al principio, hay remedios caseros que se supone pueden servirnos de
ayuda, como las friegas de vinagre, nicotina, o lavanda. Yo no he tenido la
suerte de que estos remedios caseros y naturales hayan sido efectivos en mis
particulares batallas. Al contrario, he tenido que recurrir al armamento pesado
y la guerra química.
Lo primero que he tenido que hacer ha sido administrarle a
mis animales comprimidos antipulgas para cortar la reproducción de los
parásitos. Y posteriormente he tenido que recurrir a las bombas de insecticida.
Es decir, hemos tenido que fumigar la casa.
Existen en los establecimientos veterinarios bombas de
insecticida muy potentes. Estas deben administrarse con cuidado puesto que son
de elevada toxicidad. Normalmente el modus operandi es el siguiente: Debéis
recoger y guardar cuidadosamente todos los artilugios destinados a la
preparación de comida, la comida, aislar plantas y animales acuáticos si los
hubiera, y colocar la bomba en un lugar elevado (sobre una silla o mesa). Es
recomendable que pongáis un trapo para evitar manchas en el mueble que lo
sostiene. Se recomienda abrir armarios, y dejar las camas “desnudas” es decir,
lavar a altas temperaturas mantas y sábanas y dejar tan solo el somier para ser
fumigado.
Todas las ventanas deben estar cerradas, mientras que las
puertas deben estar abiertas para favorecer que el “gas” penetre en todas las
habitaciones.
Una vez preparada la casa, debemos activar la bomba y abandonar
nuestra vivienda durante aproximadamente unas 3-4 horas. Es muy importante que
nuestros animales salgan con nosotros, por lo que podemos aprovechar para dar
un largo paseo. Una vez transcurrido este tiempo, entraremos en casa, abriremos
todas las ventanas y volveremos a abandonar la vivienda una vez más durante al
menos una hora para que se ventile correctamente.
Una hora más tarde, podemos volver a casa y actuar con
normalidad. Al menos desde mi particular experiencia he de aseguraros que estos
tratamientos funcionan. Si alguno de vosotros tenéis la mala suerte de tener
que librar esta batalla, la mejor recomendación es que os dirijáis a vuestro
veterinario de confianza para que os aconseje acerca del mejor tratamiento a
utilizar. Y recordad, no estáis solos. Diariamente hay miles de familias
luchando en esa guerra contra las pulgas J