La enfermedad periodontal es una de las enfermedades más frecuentes de
la cavidad oral en perros. Todos los perros a lo largo de su vida se ven
afectados en mayor o menor medida. Es el resultado de la proliferación
bacteriana en la corona de los dientes. Esto desencadena una reacción
inflamatoria en las encías (gingivitis).
Los perros de raza pequeña (menos de 8 kg) se ven más gravemente
perjudicados y antes, en particular sus incisivos y las caras internas de sus
dientes. Cuanto más pequeño es el perro, mayor volumen ocupan sus dientes en la
mandíbula. De este modo, cuando existe periodontitis, la destrucción progresiva
del hueso alveolar a lo largo de la raíz puede poner en peligro la solidez de
la misma mandíbula.
La placa dental bacteriana es una película bacteriana natural (biofilm)
que se desarrolla en la superficie de los dientes. En la cavidad oral existen
más de 350 especies de bacterias conocidas. Por lo tanto, esta enfermedad
periodontal no está provocada por una única especie bacteriana. Estas bacterias
se acumulan en gran número en la superficie visible de los dientes, luego se
extienden bajo la encía (placa subgingival). Un miligramo de placa dental
contiene aproximadamente 10 millones de bacterias. Al contactar con la encía,
estas bacterias provocan, como es natural, la reacción inflamatoria de la
misma, es decir, la gingivitis.
Del mismo modo, las bacterias que se extienden bajo la encía pueden
ocasionar progresivamente lesiones más profundas (destrucción de la encía,
lesiones del ligamento alveolo dental, lesión del hueso alveolar que sujeta el
diente). Estas lesiones profundas aflojan el diente, volviéndolo móvil poco a
poco, lo que caracteriza la fase de periodontitis. La sujeción normal del
periodonto al diente es destruida y migra hacia el extremo de la raíz (lo que
equivale a pérdida de sujeción), donde se crea una bolsa periodontal. La
profundidad de esta bolsa depende del nivel de recesión gingival concomitante.
Carlos
Querol
Veterinario
de la Fundación Amigos del Perro