Se puede definir la
socialización de varias maneras, según el autor de qué se trate, pero
simplificando mucho el término, la socialización no es más que la adaptación a
lo desconocido, y cuanto antes se empiece con la misma y de la manera más
natural posible, más posibilidades tendremos de tener un perro socializado,
seguro y feliz.
Si dejáramos al perro en
libertad para que gestionara él mismo sus opciones frente a nuevas situaciones
y objetos, lo más probable es que observáramos que se acerca a los mismos con
cautela, marcando su propio ritmo, incluso habrá algunos que podrían huir de
determinadas situaciones y estímulos. Por eso es tan importante que tu perro
confíe en ti y que podáis “hacer equipo” ante nuevas situaciones y/o objetos.
La socialización mejor
hecha es la que comenzamos con el perro de cachorro, ya a los dos meses se les
puede sacar de casa y aunque no tengan todas las defensas, se puede utilizar
una mochila para cargar con el cachorro, evitando el riesgo de contagio de
enfermedades, pero ya sometiéndole a una serie de estímulos visuales y
auditivos, y cuando sea posible, táctiles, de manera que se acostumbre
paulatinamente a nuevas situaciones y el mero hecho de superarlas, supondrá en
el futuro un perro sin miedo a lo desconocido.
Claro está que no podemos
obviar el temperamento de cada perro, pues sin duda, los habrá que de adultos
sean más reservados y prefieran la soledad o la compañía específica de la
familia, y otros, serán muy amigos de todo el mundo sean estos de dos o de
cuatro patas.
Hay autores que afirman
que la socialización es como una ventana que se cierra entre los tres y los
cinco meses de edad, sin embargo en la práctica hemos comprobado, y más en las
protectoras, que los perros son animales que se adaptan y siguen aprendiendo
hasta su ancianidad, por lo que nunca se debe dejar de socializar y enseñar
cosas nuevas a un perro, porque siempre podrá aprovecharse de eso aprendido y
de las nuevas situaciones superadas para hacerse un perro más tranquilo y
seguro.
Y tener un perro seguro de
si mismo, tranquilo y equilibrado, bien socializado, siempre es una garantía
para su propietario de poder disfrutar con el mismo de múltiples actividades,
así que todo el tiempo que dediquemos a socializar a nuestro perro, será inversión
de tiempo de disfrute en compañía del mismo, en el futuro.
Lola Moreno
Educadora canina y Entrenadora de perros de trabajo y utilidad acreditada por el Principado de Asturias. Presidenta de la Fundación Amigos del Perro del Principado de Asturias.