La semana pasada hablábamos de las distintas
modalidades de maullido que los gatos han desarrollado para comunicarse con
nosotros. Sin embargo hay otro aspecto muy relevante en la relación
humano-felina que no siempre sabemos interpretar correctamente: el lenguaje
corporal.
Como ya comentamos anteriormente, los gatos no son
animales sociales y por tanto no han tenido que desarrollar un lenguaje que
facilite su vida en comunidad. Al contrario que los otros mejores amigos del hombre, los felinos disponen de una forma
de expresión mucho más sutil, basada en matices, que dificulta su
reconocimiento sino se basa en la observación y la continuidad.
En muchas ocasiones esta falta de entendimiento hace
que malinterpretemos las señales o deseos proyectados por el gato. Parece ser
que gran parte de la base de este error se basa en la comparación entre gatos y
perros, cuando se trata de dos especies totalmente distintas en cuanto a
comportamiento y forma de relacionarse.
Así por
ejemplo, el movimiento de la cola en un perro es generalmente un símbolo
amistoso mientras que en un gato puede tratarse de un síntoma de excitación e
incluso de amenaza. Otro de los errores más habituales en la comparación
perro-gato es cuando el animal se tumba panza arriba: en los perros indica
sumisión, y suele ser una invitación a acariciarle el vientre; si el gato se
tumba panza arriba y le acaricias la barriga puede identificarlo como un juego
y no dudará en atraparte la mano entre la boca y las uñas.
Frotarse es otro de los signos que los propietarios
tendemos a malinterpretar, cuando un gato frota su cabeza contra algo, no está
reclamando caricias sino su territorio.
Estas interpretaciones están no obstante cargadas de connotaciones,
ya que en ocasiones el gato puede estar efectivamente demostrando su afecto y
no su propiedad, como en el caso de que el animal frote su nariz o su frente.
También en el caso de la cola se requiere un contexto,
y existen multitud de expresiones en función de la intensidad del movimiento. Un
gato con el rabo totalmente levantado estaría simplemente saludándonos, un
movimiento lateral muy amplio puede suponer inquietud o irritabilidad, pero significará
interés o alerta en caso de que sea suave y limitándose a la punta.
La cabeza y las orejas son otros dos puntos de
referencia para la comunicación “no verbal”. Si el gato estira la cabeza hacia
ti, es un símbolo de confianza, por el contrario si la agacha puede ser un
signo de agresividad o de miedo. Lo mismo ocurre con unas orejas gachas y
aplanadas: se siente amenazado y/o receloso. Si las inclina hacia adelante,
denotan atención, y si las coloca hacia atrás está preparado para atacar.
La convivencia hace que la mayor parte de las
expresiones del lenguaje felino sean totalmente asimiladas y comprendidas por
sus dueños, aunque pueda haber alguna que se te escape no te preocupes que tu
gato se hará entender.
Como muestra de la evolución en la comunicación
humano-felina aquí os dejamos un video con el que cualquiera que comparta su
vida con un gato se sentirá identificado. ¡Disfrutadlo!
TV Dinner - Simon's Cat
Infinitamente agradecidos a Simon´s Cat, por
autorizarnos a alojar uno de sus vídeos en nuestro blog. Nos
sentimos muy honrados de poder utilizarlo.
We are infinitely grateful to Simon´s Cat for authorizing us to embed the
video on our blog. We feel highly honored by the authorization.
Y muchas gracias también por vuestro humor.
¡Todos somos Simon! J
And thank you very much for your humor.
We are all Simon!
Si os ha gustado no dudéis en visitar su página web: www.simonscat.com
Y su canal de youtube donde podréis encontrar todos sus
vídeos: www.youtube.com/user/simonscat
Nosotros somos fans ¡Os encantará!